Esfuerzos ‘in extremis’ de Washington y la ONU lograron calmar la crisis y facilitar un acuerdo entre los dos rivales
Las fuerzas leales al primer ministro por la Cámara de Representantes libia del este del país, FaziBashaga, se han retirado de sus posiciones cerca de la capital del país, Trípoli, tras un acuerdo de última hora con su rival político y primer ministro de unidad, Abdel Hamid Dbeibé, para desactivar la tensión generada por el nuevo estado de bicefalia administrativa en el que se encuentra sumido el país.
Esfuerzos ‘in extremis’ de Washington y la ONU lograron calmar la crisis y facilitar un acuerdo entre los dos rivales por el cual se ha pactado la apertura de un canal de diálogo entre Dbeibé y Bashaga siempre y cuando las fuerzas afines a este último se abstengan de emplear la fuerza.
El acuerdo también estipula la rápida apertura del espacio aéreo cerrado desde hace una semana por orden Dbeibé, así como la apertura de la carretera costera que une Trípoli con Benghazi.
Bashaga confirmó poco después que había aceptado evitar el «derramamiento de sangre» tras dar orden de cese de hostilidades. Eso sí, aprovechó para criticar a su rival por negarse a aceptar una mediación para salir de la crisis, aunque el enviado especial estadounidense en Libia, Richard Norland, ha confirmado que se está preparando una reunión entre los dos primeros ministros bajo los auspicios de la ONU.
De la misma opinión se mostró asesora especial del secretario general de Naciones Unidas para Libia, Stephanie Williams. «Hay reacciones positivas de ambos», ha señalado Williams a la agencia Bloomberg, a quien hizo saber que todos están listos para participar en un diálogo constructivo, y esto se puede aprovechar.
El Gobierno de unidad rechazó la semana pasada la decisión de la Cámara de Representantes de aprobar el gobierno de Bashaga y reiteró que Dbeibé seguirá en el cargo para poner en marcha su nueva ‘hoja de ruta’, que contempla la celebración de legislativas en junio de 2022, precedidas por un referéndum constitucional que genere un marco legal para la celebración de los comicios. Asimismo, tildó de «acto absurdo» el dar por finalizado el mandato de Dbeibé por el aplazamiento de las presidenciales del 24 de diciembre y elegir a un nuevo primer ministro, antes de incidir en que la moción de confianza fue sacada adelante «con falsificaciones y sin seguir los procedimientos y regulaciones internos» de la Cámara de Representantes.