Soldecanarias.net / Granadilla de Abona
El área de Patrimonio ha acondicionado este punto de gran interés patrimonial e histórico del municipio
La Fuente del Lugar, punto de gran interés patrimonial e histórico de la Villa Histórica de Granadilla de Abona, luce nueva imagen tras sus obras de mejora y recuperación emprendidas por parte del Ayuntamiento, a través de la concejalía de Patrimonio Histórico cuyo responsable es Fredi Oramas, así como del camino que une este lugar con la zona de Santa Lucía.
Este emplazamiento, desde donde se originó y nació Granadilla de Abona, ha sido objeto de una actuación integral por parte del Consistorio, otorgándole una renovada estampa a este bien único desde el punto de vista cultural, histórico y patrimonial. El alcalde, José Domingo Regalado, visitó esta semana este lugar, que supone un emblema del municipio y de la comarca y del modo de vida aborigen y del asentamiento de los conquistadores en el sur de la isla.
José Domingo Regalado argumenta que se trata de poner en valor nuestras riquezas y símbolos patrimoniales, siendo, además, este un punto muy transitado y visitado no solo por población local, sino también por turistas en general y amantes del senderismo. Resalta, además, que la ubicación y explotación de esta fuente, explican el nacimiento del Caserío sobre La Fuente, la construcción de la ermita de Santa Lucía y de la Villa Histórica de Granadilla de Abona.
‘Desde donde brotó Granadilla’. La fuente posee un alto valor cultural, junto con el Caserío sobre La Fuente, declarado Bien de Interés Cultural el 23 de abril de 2015, y cuyo nombre se debe a esta fuente natural de agua, que hoy un sitio tranquilo donde puedes escuchar el sonido del agua y los pájaros, pero que antaño era un lugar muy concurrido. Desde tiempos aborígenes y hasta la construcción del canal del Sur, en 1945, esta zona dio de beber a muchas generaciones. De hecho, en el desértico Sur de aquella época fue decisivo para que surgiera Granadilla. Allí se desplazaba la población a surtirse de agua, siendo las mujeres las encargadas de llevar el agua en toneles y tinajas hasta sus viviendas, además de ser un lugar de reunión, encuentro y de paso de muchos arrieros que hacían la ruta Norte-Sur, que transitaban por allí a descansar y dar de beber a sus animales.