Soldecanarias.net / Adeje
Opinión
*Mohamed Jamil Derbah
La intervención del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, en el Club Siglo XXI de Madrid resalta una verdad innegable: el fenómeno migratorio no es temporal, ni puede resolverse con barreras o restricciones. Desde mi posición como asesor especial del Primer Ministro de Guinea-Bisáu, comparto plenamente la visión de que la migración debe gestionarse a través de una acogida solidaria y, sobre todo, con una profunda inversión en los países de origen.
La llegada constante de menores no acompañados a Canarias refleja la desesperación de miles de jóvenes africanos que arriesgan sus vidas para escapar de la pobreza, el desempleo y la inestabilidad en sus países. Europa, y en particular regiones como Canarias, ha asumido una carga significativa en la atención de estos menores, brindándoles refugio, educación y atención sanitaria. Sin embargo, esta responsabilidad no puede recaer únicamente en las regiones receptoras. La colaboración entre los países de origen, tránsito y destino es fundamental para gestionar este flujo de personas de manera eficaz y humana.
Coincido con Clavijo en que levantar muros no resolverá el problema. En lugar de ello, es necesario tender puentes entre Europa y África. La migración no es solo una cuestión de gestión en los países de destino, sino que también debe abordarse desde la raíz, invirtiendo en el desarrollo de las naciones africanas. Si no mejoramos las condiciones de vida en los países de origen a través de la educación, la creación de empleo y la estabilidad política, el éxodo continuará.
El enfoque debe ser integral. Europa tiene una gran oportunidad para mostrar solidaridad no solo mediante la acogida, sino también promoviendo inversiones estratégicas que fortalezcan el desarrollo económico y social en África. Estas acciones, a largo plazo, son la clave para frenar la migración masiva y ofrecer a las nuevas generaciones opciones de vida dignas en sus propios países.
Es alentador que Clavijo haya destacado la necesidad de una mayor colaboración institucional y se haya mostrado optimista en cuanto a la búsqueda de soluciones legislativas. Sin embargo, me preocupa que el enfoque siga siendo reactivo. Los países africanos deben participar activamente en estos debates, siendo escuchados en la creación de políticas migratorias justas y sostenibles. Solo así podremos abordar este fenómeno de manera equitativa y eficaz.
Finalmente, quiero subrayar la importancia de la dimensión humanitaria en este asunto. Estamos hablando de personas, en muchos casos de menores que huyen de situaciones desesperadas. Es responsabilidad de la comunidad internacional garantizar que cualquier política migratoria respete los derechos humanos y proporcione soluciones reales, tanto en los países de origen como en los de destino.
La acogida y la inversión conjunta son las claves. Sin ellas, el fenómeno migratorio seguirá siendo un desafío global.
*Mohamed Jamil Derbah, Asesor Especial del Primer Ministro de Guinea-Bisáu