La reciente tregua entre Israel y Hamás abre la puerta a un nuevo capítulo, pero la verdadera prueba será la capacidad de las partes para mantener la estabilidad y dar paso a una paz duradera.
Soldecanarias.net /Adeje
Por Mohamed Jamil Derbah, Consejero Especial del Primer Ministro de Guinea-Bisáu y Presidente del Grupo de Comunicación Sol de Canarias
La reciente entrada en vigor del alto al fuego entre Israel y Hamás, tras un retraso que despertó la inquietud a nivel internacional, plantea una cuestión crucial: ¿es este alto al fuego un paso hacia una paz duradera o simplemente una pausa temporal en un conflicto que lleva más de 15 meses? Como experto en relaciones internacionales y conocedor de la complejidad de los conflictos en distintas regiones del mundo, me atrevo a decir que este alto al fuego, aunque bienvenido, no es más que un primer paso en un proceso largo y lleno de retos.
El Contexto y la Urgencia de la Paz
El conflicto entre Israel y Hamás ha dejado un saldo de devastación tanto humana como material, con miles de víctimas y un sufrimiento incalculable en la población civil. Las imágenes de Gaza devastada, los testimonios de los desplazados y la creciente presión internacional para alcanzar una solución han puesto de manifiesto la urgencia de una tregua. En este contexto, la liberación de los tres primeros rehenes por parte de Hamás, aunque emotiva y simbólica, es solo una pequeña victoria en el camino hacia la paz.
Sin embargo, este alto al fuego también llega con una carga de tensiones políticas dentro de Israel, como se ha evidenciado en la dimisión del Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Este acto refleja la dificultad de lograr una unanimidad política interna en Israel en torno a los acuerdos con Hamás y pone de relieve las profundas divisiones que existen en torno a cómo abordar este conflicto. Por otro lado, los sectores de Hamás que celebran la tregua también deben reflexionar sobre su propio papel y las condiciones que deben cumplirse para evitar que el ciclo de violencia se repita.
Una Oportunidad para la Diplomacia Internacional
Es aquí donde la diplomacia internacional juega un papel fundamental. Como asesor internacional de varios países africanos, sé de la importancia que tiene el compromiso de las grandes potencias, organizaciones regionales y actores internacionales clave para acompañar los procesos de paz. La comunidad internacional no puede permitir que el conflicto se siga prolongando sin un esfuerzo real por alcanzar una solución definitiva. De igual forma, las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Liga Árabe y otras entidades multilaterales deben tomar una posición activa en la mediación, la reconstrucción de Gaza y la implementación de acuerdos que incluyan a todos los actores relevantes de la región.
Sin duda, la situación en Gaza tiene implicaciones para todo el Oriente Medio y, por extensión, para el mundo entero. Los efectos del conflicto no se limitan a la región, sino que tienen repercusiones en la seguridad internacional, las relaciones interconfesionales y el equilibrio geopolítico mundial. Es por ello que las naciones deben unir sus esfuerzos y apostar por una paz que sea beneficiosa para todas las partes implicadas, no solo para unos pocos.
La Responsabilidad de las Partes en Conflicto
Mientras tanto, la responsabilidad de las partes en conflicto sigue siendo clave. La liberación de los rehenes es un paso positivo, pero es crucial que ambas partes respeten los términos del alto al fuego y den paso a un proceso de diálogo genuino. La reconstrucción de Gaza y la protección de los derechos humanos son prioridades que no pueden ser ignoradas.
Desde mi experiencia en diferentes regiones de África, donde los procesos de paz a menudo se ven truncados por intereses políticos, considero que la verdadera prueba no radica en la firma de acuerdos, sino en la voluntad real de implementar esos acuerdos de manera justa y equitativa. La paz no se logra solo con acuerdos sobre el papel, sino con un compromiso genuino de las partes para cumplirlos y garantizar un futuro mejor para las generaciones venideras.
El Futuro: Un Desafío para la Comunidad Internacional
Si bien este alto al fuego es una noticia positiva, no debemos caer en la complacencia. Este momento debe ser utilizado como una oportunidad para iniciar un proceso de paz más amplio que contemple no solo la seguridad y los derechos de las personas, sino también la justicia social y económica. Si bien la paz en Gaza puede parecer una tarea titánica, la comunidad internacional tiene los recursos y la capacidad para contribuir a la resolución de este conflicto de manera que se protejan los intereses de todas las partes y, sobre todo, se preserve la vida humana.
Como presidente del Grupo de Comunicación Sol de Canarias, he aprendido a valorar la importancia de los medios de comunicación en el proceso de paz. La información veraz, imparcial y constructiva puede jugar un papel fundamental en la creación de un clima de confianza y cooperación. Los medios tienen la responsabilidad de informar con ética, sin sensacionalismo ni parcialidad, y contribuir a un entendimiento mutuo entre las naciones.
Conclusión: Un Paso, No el Final
El alto al fuego es solo el principio de un largo camino. Si Israel y Hamás logran mantener la tregua, se abrirá un espacio para la negociación y la resolución de los problemas fundamentales que han perpetuado este conflicto. No obstante, la comunidad internacional debe estar preparada para acompañar este proceso con firmeza y dedicación, para asegurar que el final de la violencia no sea solo un breve respiro, sino el comienzo de una paz justa y duradera para todos los pueblos de la región.
Mohamed Jamil Derbah
Consejero Especial del Primer Ministro de Guinea-Bisáu,
Asesor Internacional, Presidente del Grupo de Comunicación Sol de Canarias y Empresario Turístico en Tenerife.