«La ocupación del edificio Chasna refleja la falta de alternativas habitacionales y la negligencia del Ayuntamiento, que abandona a sus ciudadanos a la precariedad y la miseria».
Soldecanarias.net / Arona
En las últimas semanas, el edificio Chasna ha vuelto a ser ocupado tras un desalojo judicial que dejó a más de 200 personas en una situación de vulnerabilidad extrema. Esta situación no solo revela la ineficacia de las políticas de vivienda del Ayuntamiento de Arona, sino que también pone de manifiesto la grave crisis habitacional que sufren numerosos ciudadanos en nuestro municipio.
La gestión del Ayuntamiento en materia de vivienda ha sido claramente insuficiente. A pesar de los intentos por justificar el desalojo del Chasna bajo el pretexto de un posible colapso estructural, los hechos demuestran que la falta de alternativas habitacionales seguras ha llevado a muchos a regresar a condiciones de vida precarias. La decisión de desalojo, lejos de ofrecer una solución duradera, ha exacerbado la crisis al dejar a familias enteras, incluidos menores y ancianos, sin un techo donde resguardarse.
Es inaceptable que, en una sociedad que se dice solidaria, se deje a tantas personas en la intemperie, buscando refugio en espacios inadecuados. Esta crisis se extiende más allá del Chasna; las calles de Arona están repletas de personas que sobreviven en condiciones indignas, y el Ayuntamiento debe asumir su responsabilidad.
Desde Fuerza Canaria hacemos un llamado urgente a las autoridades locales para que adopten medidas efectivas que aborden la crisis habitacional de manera integral y solidaria. No podemos permitir que la falta de acción política continúe condenando a nuestros ciudadanos a vivir en la precariedad. Instamos al Ayuntamiento a trabajar en colaboración con organizaciones sociales y comunitarias para crear un plan de vivienda que garantice el acceso a un hogar seguro y digno para todos.
Es fundamental que el Ayuntamiento no se limite a actuar en casos de desalojo, sino que se comprometa a generar soluciones sostenibles que eviten que estas situaciones se repitan. La vivienda es un derecho humano, y como tal, debe ser tratado con la urgencia y seriedad que merece.