Soldecanarias.net / Adeje
El pleno del Ayuntamiento de Adeje aprobó el inicio del expediente de expropiación de la Casa Fuerte para su rescate ante su evidente estado de ruina.
Este inmueble fue declarado como un Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento en 1986 y se ubica en el casco histórico de Adeje, frente a la Iglesia de Santa Úrsula.
“Es un momento histórico, se lo debíamos al pueblo de Adeje. La Casa Fuerte tiene una carga simbólica muy potente y debemos rescatarla para conservarla y para el disfrute del pueblo”, subrayó el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga.
Esta iniciativa se emprende desde la administración local ante el evidente deterioro y estado de ruina de este bien inmueble histórico tanto por el paso del tiempo como por el consciente abandono actual por parte de las personas propietarias, a lo que hay que añadir las acciones de expolio y destrucción sistemática que incluyen el derrumbe de muros y grafitis.
El informe técnico alerta de la necesidad de una actuación urgente antes de que “el daño sea irreversible” y detalla innumerables desperfectos y daños en la Casa Fuerte que incluyen, además de los nombrados, caídas de tejados, deterioro de piedras constructivas o la desaparición de esgrafiados e idolillos de gran valor histórico-artístico. Además hay que añadir intervenciones recientes con procedimientos y materiales inadecuados que parchean, desvirtúan y descontextualizan el valor del monumento, detalla el documento.
La recuperación de la Casa Fuerte para el pueblo de Adeje será un hito, cuando se logre, muy importante para el municipio. No solo por el significado histórico que tiene este lugar, por lo que supuso para el desarrollo y la sociedad local en lo bueno y en lo malo sino porque desde el ayuntamiento se considera que una parte del futuro del caso histórico del municipio pasa por ese lugar y todo el entorno que conforman la Plaza de España, la calle Grande, el nuevo Teatro del Centro Cultural, el Barranco del Infierno, etc.
En este sentido, el Ayuntamiento tiene proyectada una semipeatonalización de la calle Grande. En definitiva, se trata de propiciar la permeabilización de todo el entorno para lograr que la ciudadanía local y visitantes puedan transitar entre la zona turística y la zona histórica con facilidad. Esta comunicación entre la parte turística y la histórica permitirá dar a conocer y poner en valor la historia y cultura así como diversificar la economía y generar oportunidades y riqueza en igualdad de condiciones para todos los núcleos del municipio.
La idea es respetar al máximo la construcción original de la Casa Fuerte, tal y como marca la normativa internacional de preservación y restauración del patrimonio. Además, el consistorio considera que se generará un punto de interés turístico.
El ayuntamiento recurre a la expropiación forzosa recogida en la Ley de 16 de diciembre de 1954, tras haber realizado a lo largo de las últimas décadas numerosas gestiones para llegar a un acuerdo amistoso con las diferentes partes propietarias que han heredado la Casa Fuerte. Sin embargo, todos los esfuerzos han sido infructuosos al no llegar a un acuerdo unánime.
Historia
En el año 1553, Pedro Ponte solicitó construir una fortificación para defender la zona de las continuas incursiones piratas que asolaban la costa de Adeje. En el año 1555, fue autorizado y en 1556 se construyó una casa fuerte que se convirtió durante tres siglos en el centro político, económico y social de la jurisdicción de Adeje, bajo el régimen señorial de los Ponte.
Residencia fortificada, mezcla de casa de campo y fortaleza, de planta casi cuadrada, ocupaba una superficie de 9.024 varas castellanas (7.200 metros cuadrados). Constaba de castillo y torre del homenaje, almacenes, graneros, cuadra, herrería, panadería, hornos, viviendas para la servidumbre y para los administradores, oratorio y palacio principal. Según el naturalista francés Berthelot “la habitación más importante es la Sala de Archivos”, que contaba con cuatro grandes armarios repletos de documentos, definidos por el historiador Viera y Clavijo como “el Tesoro de las Canarias”.
La Casa Fuerte con sus 466 años de antigüedad marca la historia de la colonización del suroeste de Tenerife. Hacienda, protegida por un castillo con una función defensiva ante la amenaza de piratas. Este inmueble constituía el centro económico de la zona en la que se desarrollaban actividades económicas de diversa naturaleza, desde las agrícolas hasta las ganaderas, pasando por otras de carácter extractivo y transformador. Así, junto a la explotación forestal para la obtención de leña se desarrollaba el cultivo de cereales, cañaverales y productos hortícolas, las cabañas caprina, bovina, mular y camellar.