El Ayuntamiento implementa medidas urgentes para mejorar la seguridad en los alrededores del Centro Municipal de Acogida, mientras trabaja en un plan de reubicación de los usuarios a espacios más pequeños.
Soldecanarias.net / Santa Cruz de Tenerife
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha puesto en marcha una serie de medidas urgentes para abordar los problemas de seguridad y convivencia que afectan a los alrededores del Centro Municipal de Acogida (CMA). Vecinos de la zona han denunciado en medios nacionales la presencia de tráfico de drogas, micciones y defecaciones en la vía pública, lo que ha generado un clima de inseguridad y malestar en la comunidad. Ante estas preocupaciones, el alcalde José Manuel Bermúdez ha reconocido la situación y anunciado un operativo conjunto con la Policía Nacional y la Policía Local para mejorar la vigilancia en la zona.
Entre las medidas inmediatas que se pondrán en marcha se incluyen la instalación de cámaras de seguridad, un aumento en la iluminación de las escaleras de acceso y un operativo especial de vigilancia, que buscará reducir los comportamientos indeseados que se producen en la vía pública, fuera del albergue. Según Bermúdez, estas situaciones se están generando en el exterior del centro, y no dentro de las instalaciones, donde la convivencia es, en general, normal.
El encuentro con los vecinos y representantes de la comunidad escolar del CEIP Los Verodes, así como con la Asociación de Vecinos Los Candiles, permitió consensuar las primeras acciones. Sin embargo, también se discutió la necesidad de una solución más estructural y a medio plazo: la descentralización del CMA. Este proyecto implica repartir a los usuarios en otros centros más pequeños, con un máximo de 25 a 30 plazas en cada uno. Según el alcalde, este modelo ayudará a evitar la concentración de personas en un único espacio, lo que, en su opinión, contribuirá a mejorar la calidad de vida tanto para los residentes del albergue como para los vecinos de la zona.
La concejala de Atención Social, Charín González, explicó que el objetivo es convertir el CMA en un centro de día con una capacidad reducida, mientras que otros centros más pequeños se abrirían en distintos puntos del municipio. Esto no solo aliviaría la carga en el centro actual, sino que también brindaría una atención más personalizada y cercana a los usuarios.
No obstante, Bermúdez también ha señalado que la solución a esta problemática requiere la colaboración de otras administraciones, como el Cabildo y el Gobierno de Canarias, dada la complejidad de los casos que se presentan, que incluyen personas con problemas de salud mental, adicciones y la llegada de migrantes a la isla. Además, subrayó la necesidad de incrementar el número de plazas sociosanitarias para aquellos que requieren atención especializada.
La polémica sobre el CMA no es nueva. Sin embargo, ha cobrado mayor relevancia en los últimos días debido a las denuncias de los vecinos, quienes han expresado su preocupación por la seguridad en la zona. Según los residentes, la presencia de personas que consumen alcohol y drogas, y que incluso defecan a la vista de los estudiantes del colegio cercano, ha convertido la situación en “insostenible”.
El Ayuntamiento confía en que el plan de descentralización, junto con las medidas de seguridad inmediatas, permitirá mejorar la situación y ofrecer una solución más adecuada a las necesidades de los usuarios del centro y los habitantes de los alrededores.
