Por Mohamed Jamil Derbah Reputado, empresario turístico y gerente presidente del Grupo de Comunicación Sol de Canarias
Soldecanarias.net / Londres
Los datos presentados en la World Travel Market de Londres son motivo de orgullo para Canarias: un 20% más de turistas británicos ha elegido nuestro archipiélago en 2024, un crecimiento considerable en un mercado que, tras la pandemia, ha reducido sus visitas al resto de España en un 7%. Este éxito no es casual, sino fruto de años de esfuerzo por posicionar a Canarias como un destino seguro, atractivo y preparado para recibir a los visitantes con los más altos estándares de calidad. Sin embargo, sería un error monumental pensar que, ante este resultado, podemos relajarnos.
Este liderazgo que ahora ostentamos exige de todos nosotros administraciones, empresarios, y trabajadores un compromiso constante para mejorar y adaptarnos a las cambiantes demandas de nuestros visitantes. La experiencia turística actual es mucho más que sol y playa: implica una oferta rica y diversa que responda a las nuevas exigencias de sostenibilidad, respeto ambiental, y conexión cultural. Si nos dormimos en los laureles, corremos el riesgo de perder esta posición de privilegio.
Es aquí donde la formación continua de nuestros trabajadores se vuelve un pilar fundamental. Nuestros equipos, desde quienes ofrecen el primer saludo en el aeropuerto hasta el personal que atiende en los hoteles, son el rostro de Canarias. La capacitación no solo en idiomas, sino también en atención al cliente, cultura local y conocimiento de las nuevas tendencias en turismo, es imprescindible para brindar una experiencia completa y memorable a cada turista. La competencia internacional es feroz, y no podemos permitirnos ofrecer menos que la excelencia.
Asimismo, debemos mejorar nuestras infraestructuras de acceso y movilidad en las islas. No podemos olvidar que los turistas quieren comodidad y eficiencia al moverse por el territorio; necesitan conexiones fáciles, accesos fluidos y servicios que se adapten a un turismo cada vez más exigente. Invertir en modernizar y ampliar nuestras infraestructuras no es solo una necesidad, sino una inversión a largo plazo en la imagen de Canarias como un destino cómodo y accesible.
En estos esfuerzos por mejorar, sin embargo, hay algo que debemos evitar: los estereotipos y las etiquetas simplistas. Canarias no es un lugar solo para el “turista de playa”, ni nuestros visitantes son un grupo homogéneo de turistas que “solo vienen a desconectar”. Estos clichés, que hemos visto repetidos en imágenes y publicaciones recientes, no nos representan y limitan nuestra capacidad de mostrar la diversidad de experiencias que tenemos para ofrecer. Hoy en día, tenemos turistas que buscan desde experiencias deportivas hasta turismo de naturaleza, y que quieren aprender sobre nuestra historia, gastronomía, y cultura.
En definitiva, ser el destino predilecto de los británicos es un logro que debemos celebrar, pero también un desafío que nos invita a seguir evolucionando. Solo así lograremos consolidar Canarias no como un destino de moda, sino como un referente mundial en turismo de calidad.
