A pesar del desalojo judicial, el edificio Chasna vuelve a ser habitado, evidenciando la grave situación de vivienda en el municipio.
Soldecanarias.net / Arona
La problemática de la vivienda en Arona se intensifica tras el reciente regreso de ocupantes al edificio Chasna, que había sido desalojado por orden judicial. En marzo, más de 200 personas fueron desalojadas, entre ellas 90 familias que vivían en condiciones de precariedad, incluidos menores, ancianos y solicitantes de asilo, en un operativo que, aunque respaldado por la ley, generó protestas y conmoción entre los afectados.
El edificio, que había sido declarado en riesgo de colapso, ha vuelto a ser objeto de ocupación, lo que resalta la crisis habitacional que afecta a numerosos ciudadanos en la región. A pesar de las advertencias judiciales sobre posibles consecuencias legales para quienes regresaran al inmueble, la realidad es que muchos se han visto obligados a buscar refugio en cualquier lugar disponible.
El desalojo del Chasna, una medida drástica en un contexto de creciente vulnerabilidad social, ha puesto de relieve las condiciones de vida precarias que enfrentan muchos en la comunidad. En las cercanías, se observa un incremento de personas viviendo en la intemperie, reflejando un cinturón de miseria que se extiende por la costa, donde la supervivencia se vuelve una lucha diaria.
Esta situación no solo expone las dificultades de acceso a la vivienda digna, sino que también plantea serias preguntas sobre la respuesta del gobierno y la sociedad ante una crisis que parece perpetuarse. A medida que las historias de quienes han enfrentado la adversidad surgen, se hace evidente que la lucha por un hogar seguro y digno continúa, y que las lecciones del pasado deben ser consideradas para evitar un futuro similar.


