El nuevo líder de la Gran Manzana, un joven socialista de origen ugandés e indio, lanza un mensaje contundente al presidente de EE. UU. y promete defender a los inmigrantes frente al discurso del trumpismo.
Soldecanarias.net / Redacciòn
Apenas unos minutos después de confirmarse su victoria en las elecciones municipales, Zohran Mamdani, el nuevo alcalde de Nueva York, envió un mensaje directo y desafiante al presidente de Estados Unidos, Donald Trump: “Para llegar a cualquiera de nosotros, tendrás que pasar por encima de todos nosotros”.
El político, de 34 años, hijo de inmigrantes indios y nacido en Uganda, se define como socialista demócrata y representa una nueva generación de líderes urbanos de izquierda en Estados Unidos. En su discurso de celebración, Mamdani no esquivó la confrontación con el mandatario republicano, asegurando que “si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer”. La frase final de su intervención “Donald Trump, sé que estás mirando, sube el volumen” se volvió rápidamente viral en redes sociales.
Su ascenso marca un cambio notable en la política neoyorquina y un revulsivo para un Partido Demócrata que, según analistas, llevaba tiempo desorientado ante la agresividad del trumpismo. Mamdani, que ha hecho de la defensa de los inmigrantes y las minorías su principal bandera, promete convertir Nueva York en un bastión de resistencia frente a la política de exclusión y división promovida desde Washington.
El nuevo alcalde plantea un discurso que reivindica el papel de los inmigrantes “como constructores del sueño americano” y rechaza la retórica que, según él, “pretende destruirlo desde el odio, la discriminación y el miedo”.
Sin embargo, su estilo combativo y su tono directo también reflejan una tendencia creciente en la política estadounidense: la polarización extrema y la batalla discursiva permanente entre dos visiones opuestas del país.
La confrontación entre Trump y Mamdani promete intensificarse, encarnando el nuevo capítulo de una América fracturada, donde el debate político se libra con una intensidad inédita y donde las redes sociales amplifican tanto la esperanza como la hostilidad.


