El Cremlino avanza una reforma legal que habilitaría movilizar una fuerza masiva de reservistas sin recurrir a una declaración formal de movilización como la de 2022.
Soldecanarias.net / Redacciòn
El liderazgo ruso acelera preparativos para reforzar su aparato militar enviando al frente a una nueva masa de reservistas sin activar oficialmente una movilización general. Un proyecto legislativo en trámite en la Duma Estatal de Rusia permitiría convocar hasta dos millones de reservistas con contratos o vía mecanismos especiales, evitando el coste político de una movilización masiva.
La iniciativa coincide con varios cambios paralelos: se ha extendido el servicio obligatorio para hacer el reclutamiento permanente, se han incrementado los rangos de edad para los reservistas y se han simplificado los contratos que vinculan a los reservistas con misiones más amplias. Estos pasos reflejan la urgencia de Moscú por compensar pérdidas de personal y sostener fuerzas activas en el conflicto en Ucrania.
Fuentes analistas destacan que la fórmula elegida brinda al Kremlin una mayor flexibilidad: al no declarar una «movilización» formal, se reduce el riesgo de protestas masivas y fugas al extranjero, como ocurrió con la movilización de 2022. Al mismo tiempo, se habilita una estructura legal para emplear reservistas en misiones de combate o apoyo sin necesidad de tiempo de transición.
Los opositores y defensores de derechos humanos advierten de que esta vía silenciosa la movilización contractual o por decreto liminar puede reducir aún más la transparencia del esfuerzo bélico ruso y aumentar la presión sobre la población en edad de riesgo. El gobierno, por su parte, señala que se trata de una medida de fortalecimiento defensivo que busca proteger al país ante amenazas de drones, saboteos o ataques desde el exterior.
El efecto inmediato es significativo: la posibilidad de movilizar un número tan elevado de reservistas abre un nuevo capítulo en la estrategia militar de Rusia, con implicaciones para la dinámica del conflicto y para las relaciones entre Moscú y Occidente. La fórmula elegida pone en evidencia que la competencia está entrando en una fase prolongada de desgaste, donde la capacidad de sostener tropas puede convertirse en factor decisivo.


