Caracas acusa a Washington de actos de intimidación y exige a la ONU garantías sobre el carácter desnuclearizado de América Latina
Soldecanarias.net / Redacciòn
El Gobierno de Venezuela ha elevado una denuncia formal ante Naciones Unidas por el despliegue militar que, según afirma, Estados Unidos planea realizar en el Caribe en los próximos días. Caracas sostiene que Washington enviará varios buques de guerra, entre ellos un submarino nuclear de ataque rápido y un crucero lanzamisiles, lo que considera un acto de “intimidación” que pone en riesgo la seguridad regional.
La alerta fue difundida por la Misión Permanente de Venezuela ante la ONU, que acusó a la administración del presidente Donald Trump de impulsar una “escalada de acciones hostiles” con un claro componente militar. Según el comunicado, el USS Lake Erie (crucero lanzamisiles) y el USS Newport News (submarino de propulsión nuclear) formarían parte de un despliegue mayor en aguas del mar Caribe, previsto para la próxima semana.
Aunque no se especifica la naturaleza exacta de la misión, las autoridades venezolanas denuncian que la operación podría contradecir el Tratado de Tlatelolco, que establece a América Latina y el Caribe como una zona libre de armas nucleares. No obstante, expertos recuerdan que el USS Newport News, aunque de propulsión nuclear, no transporta armas nucleares, según la doctrina militar estadounidense.
Caracas exige el retiro inmediato de las unidades militares estadounidenses de la zona y solicita a la comunidad internacional que respalde la defensa del principio de desnuclearización regional. Además, ha instado al organismo regional OPANAL a convocar una reunión de emergencia para abordar la situación.
En paralelo, el canciller venezolano, Yván Gil, solicitó el respaldo del secretario general de la ONU, António Guterres, tras reunirse con el coordinador residente del organismo en Caracas, Gianluca Rampolla. Gil expresó su preocupación por lo que considera “una amenaza abierta” a la soberanía de Venezuela, en un contexto de creciente presión internacional.
Como respuesta, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, anunció el refuerzo de la operación “Relámpago del Catatumbo”, incluyendo el despliegue de 15.000 militares y buques de mayor capacidad en aguas venezolanas. El operativo, oficialmente enfocado en la lucha contra el narcotráfico, coincide con el anuncio estadounidense de que tres destructores lanzamisiles se posicionarán próximamente en aguas internacionales cercanas a Venezuela como parte de su propia estrategia antidrogas.
Washington, por su parte, ha reiterado que sus acciones en la región tienen como objetivo frenar el flujo de drogas hacia su territorio, pero también ha endurecido su postura respecto al gobierno de Nicolás Maduro, acusado por EE.UU. de violar leyes internacionales sobre narcóticos. La recompensa por información que conduzca a su captura ha sido recientemente duplicada a 50 millones de dólares.
La tensión entre ambos países marca un nuevo capítulo en su deteriorada relación bilateral, en un momento en el que la geopolítica regional vuelve a estar bajo los focos internacionales.


