Un colectivo vecinal busca visibilizar el deterioro de la zona y presionar al Ayuntamiento por mejores condiciones de salubridad y seguridad.
Soldecanarias.net / Santa Cruz de Tenerife
Los vecinos de Las Ramblas de Santa Cruz de Tenerife han alzado la voz para denunciar el evidente abandono de su barrio, ubicado a pocos minutos del centro de la capital. A pesar de su proximidad a las principales arterias de la ciudad, muchos residentes consideran que el área está siendo tratada como una zona de “tercera”, donde la limpieza, el mantenimiento y la seguridad brillan por su ausencia.
Reynaldo, uno de los impulsores de un colectivo vecinal recientemente formado, comenzó su labor organizativa con un grupo de WhatsApp que ya agrupa a un centenar de vecinos preocupados por la situación. «Las Ramblas están sucias y deterioradas», afirma, mientras recorre las calles que abarcan desde la rotonda de la Avenida de Bélgica hasta la plaza de Weyler. En septiembre, este grupo espera constituirse formalmente como colectivo, con la intención de unirse a otras asociaciones vecinales de Santa Cruz para exigir cambios en el mantenimiento urbano y una mayor presencia de servicios públicos en la zona.
El recorrido comienza en la plaza de La Paz, donde la presencia de mendigos y residuos en los jardines es una constante. «Los bancos de las Ramblas amanecen ocupados por personas sin hogar, y la basura se acumula debido a la falta de limpieza», lamenta Reynaldo. El kiosco de la zona y los baños públicos, que se encuentran en condiciones precarias, son solo algunos de los puntos críticos que preocupan a los residentes.
La cercanía a cuatro colegios en el área también agrava la situación. Los vecinos se quejan de que el Ayuntamiento no ha intervenido de manera efectiva para controlar el consumo de alcohol y las pernoctaciones en la vía pública. «No hay un protocolo claro para que la Policía actúe», se queja el portavoz vecinal, quien además resalta que algunos edificios, como la sede de La Caixa, se han convertido en refugios nocturnos.
Los residentes también denuncian el mal estado de las aceras, que están tan deterioradas que algunos vecinos piden su reconstrucción completa. Además, el cierre de los baños públicos soterrados y la falta de señalización en las obras en curso en la Rambla de Pulido añaden más frustración al panorama.
A pesar de la situación, el colectivo vecinal se muestra optimista y asegura que continuará luchando por mejorar las condiciones de vida en la zona. «Estamos a menos de 500 metros del centro de acogida de Santa Cruz, pero parece que nos han olvidado», declara Reynaldo, quien también critica la falta de un plan a largo plazo por parte del Ayuntamiento. «Hay planes para inaugurar, pero ninguno para mantener», concluye, recordando que la concejala del distrito Centro, Purificación Dávila, parece centrarse más en otros barrios como El Toscal, dejando a Las Ramblas en el olvido.
Los testimonios de los residentes, como el de Vicente, propietario de un restaurante local que fue víctima de un robo violento, ponen de manifiesto la sensación de inseguridad que se vive en el área. Vicente ahora opta por tomar un taxi cada noche hasta su casa, por miedo a salir a pie por el barrio.
A pesar de estos desafíos, los vecinos se mantienen firmes en su lucha por dignificar su barrio, con la esperanza de que su unión logre llamar la atención del Ayuntamiento y propiciar los cambios necesarios para mejorar la calidad de vida en Las Ramblas.
