La propuesta ciudadana de la “Ciudad del Mar” cierra el plazo vecinal recordando un proyecto anunciado hace casi quince años y nunca ejecutado
Soldecananarias.net / Santa Cruz de Tenerife
El cierre del plazo para presentar propuestas ciudadanas a los presupuestos participativos de 2026 del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha llegado acompañado de una iniciativa cargada de simbolismo político y memoria urbana. Una vecina ha recuperado uno de los proyectos más ambiciosos anunciados en la historia reciente de la capital: la Ciudad del Mar, un plan presentado en campaña electoral en 2011 y que nunca llegó a materializarse.
La propuesta plantea transformar la dársena de Los Llanos en un gran espacio público vinculado al mar, con zonas verdes, equipamientos culturales y deportivos, áreas de ocio familiar y espacios destinados a la hostelería. La iniciativa reproduce, casi punto por punto, la idea original difundida en su día mediante material audiovisual institucional, hoy aún accesible en la red.
El proyecto contemplaba más de 56.000 metros cuadrados abiertos a la ciudadanía, con parques infantiles, instalaciones biosaludables, espacios polivalentes para eventos, un museo marítimo y zonas específicas para jóvenes, como un skate park de referencia. Incluso se incluían estructuras sobre el mar y pasarelas que conectarían pequeños islotes artificiales con usos comerciales.
Sin embargo, la iniciativa resulta inviable dentro del marco de los presupuestos participativos, que limitan la inversión por distrito a unos 400.000 euros. Más allá de su posible ejecución, la propuesta ha adquirido un valor reivindicativo, al poner sobre la mesa una promesa urbanística que nunca pasó del plano electoral.
Casi quince años después, la Ciudad del Mar sigue existiendo únicamente en vídeos de campaña y ahora en esta propuesta vecinal, que ha servido para reabrir el debate sobre la relación de Santa Cruz con su litoral y sobre el grado de cumplimiento de los grandes anuncios políticos.
La convocatoria de este año ha reunido cerca de 500 propuestas ciudadanas, algunas de carácter serio y otras marcadamente provocadoras, reflejando tanto el interés por participar como el descontento irónico de parte de la ciudadanía. Entre ellas, iniciativas para resignificar espacios emblemáticos, replantear monumentos o transformar plazas céntricas con usos alternativos.
Con el cierre del plazo, comienza ahora el proceso de evaluación y selección de las propuestas que pasarán a votación. Mientras tanto, la recuperación de la Ciudad del Mar ha vuelto a colocar sobre la mesa una pregunta recurrente en la capital tinerfeña: qué ciudad se prometió y cuál se ha construido realmente.
