La alianza PP-CC-Vox nace con tensiones internas y previsiones de una gobernabilidad frágil
Soldecanarias.net / Arona
El Ayuntamiento de Arona ha oficializado su nuevo grupo de gobierno tras la ruptura del pacto con Más Por Arona, sellando una coalición entre Partido Popular (PP), Coalición Canaria (CC) y Vox. La nueva alianza, liderada por la alcaldesa Fátima Lemes (PP), gobernará en minoría con 12 de los 25 concejales, lo que ya anticipa un camino lleno de dificultades para la estabilidad municipal.
El acuerdo no estuvo exento de contradicciones. Coalición Canaria, que en el pasado marcó líneas rojas sobre pactar con Vox, ha terminado aceptando su incorporación al Ejecutivo local. «Nunca pactaremos con la ultraderecha», afirmaban altos dirigentes de CC en anteriores citas electorales, pero la aritmética municipal ha llevado a la formación nacionalista a compartir gobierno con el partido de Santiago Abascal. El concejal de Vox, Naim Yánez, asumirá la Segunda Tenencia de Alcaldía, además de las áreas de Turismo, Cultura y Patrimonio Histórico, mientras que su compañera de partido, Melania Santos, se hará cargo de Promoción Económica, Sector Primario y Empleo.
Un gobierno frágil y de recorrido incierto
A pesar de los discursos optimistas, la realidad política de Arona evidencia un Ejecutivo con un soporte institucional débil. Con solo 12 ediles de 25, la coalición depende del apoyo puntual de otras formaciones para sacar adelante proyectos clave. Nueva Canarias, que estuvo en negociaciones, decidió quedarse al margen, aumentando la incertidumbre sobre la viabilidad del nuevo gabinete.
La propia alcaldesa Lemes justificó la remodelación del gobierno afirmando que se hizo «para garantizar la estabilidad», pero el escenario que se dibuja dista mucho de esa afirmación. La falta de mayoría absoluta expone al Ejecutivo a una posible parálisis institucional, bloqueos en el pleno y la dificultad de sacar adelante los presupuestos municipales sin acuerdos externos.
Además, la inclusión de Vox genera interrogantes sobre la gestión de políticas sensibles como inmigración o diversidad, ámbitos en los que el partido ha mostrado posturas radicales. Naim Yánez, en su primera intervención, intentó restar importancia a estos temas, afirmando que «la prioridad es saber distinguir lo que es bueno para Arona». No obstante, el debate sobre la idoneidad de este pacto sigue abierto en el municipio.
Coalición Canaria rompe su propio discurso
La presencia de Vox en el gobierno también pone en jaque el discurso de Coalición Canaria, que en repetidas ocasiones se ha manifestado en contra de pactar con fuerzas de extrema derecha. La contradicción de los nacionalistas no ha pasado desapercibida y ya ha generado críticas dentro del propio partido y entre su electorado. La fragilidad del pacto es evidente, y ante cualquier crisis interna o falta de consensos, el acuerdo podría desmoronarse rápidamente.
A pesar de las declaraciones de Lemes asegurando que la nueva configuración «permitirá garantizar la estabilidad del municipio», los números y las circunstancias políticas dicen lo contrario. Un gobierno en minoría con formaciones de ideologías divergentes y un panorama de incertidumbre hace prever que el mandato podría ser corto y convulso.
El tiempo dirá si este pacto de conveniencia sobrevive a los retos que enfrenta Arona o si, por el contrario, la inestabilidad termina por provocar una nueva crisis en el ayuntamiento.


