Kiev exige conocer por adelantado el contenido del memorándum ruso antes del encuentro en Estambul, mientras Moscú insiste en garantías jurídicas para un alto el fuego duradero
Soldecanarias.net
En medio de una nueva oleada de ataques con drones y acumulación de tropas rusas en la frontera norte de Ucrania, el Kremlin ha propuesto una segunda ronda de conversaciones directas con Kiev, que tendría lugar el próximo lunes 2 de junio en Estambul. La iniciativa, impulsada por Moscú con el objetivo de entregar un memorándum con sus condiciones para avanzar hacia un alto el fuego, ha sido recibida con cautela por las autoridades ucranianas.
El ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umérov, respondió solicitando al Kremlin que remita el documento con antelación, para que pueda ser analizado previamente. “No nos oponemos a más reuniones, pero queremos evitar que este encuentro sea meramente simbólico. Es vital que la conversación parta de contenidos concretos”, señaló Umérov en la red social X.
La exigencia ucraniana se produce en un contexto militar crítico. En las últimas 24 horas, las defensas ucranianas interceptaron 56 drones de ataque Shahed, lanzados por Rusia, mientras Moscú denunció la interceptación de 48 drones ucranianos, 30 de ellos sobre la región de Belgorod. Además, las autoridades ucranianas alertan de una nueva acumulación de tropas rusas en Kursk, presuntamente para intensificar su ofensiva sobre la región fronteriza de Sumi.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso informó a través de la agencia TASS que las condiciones de su memorándum incluirán garantías jurídicas vinculantes para asegurar que el conflicto no se reanude en el futuro, subrayando su intención de buscar una paz estable y verificable.
Mientras tanto, Estados Unidos intenta mediar. El secretario de Estado, Marco Rubio, instó a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, a participar en un “diálogo constructivo y de buena fe”, en línea con las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, quien expresó su “profunda decepción” con el Kremlin e impuso un plazo de dos semanas para evaluar la sinceridad rusa en torno al fin del conflicto.
La comunidad internacional observa con expectación una posible ventana diplomática, aunque marcada por la desconfianza mutua y el endurecimiento de posturas militares en el terreno. Si Moscú no remite el documento con antelación, Kiev podría considerar posponer su participación en la reunión. El destino de esta iniciativa de paz aún pende de un hilo.


