La cadena invierte en edificios abandonados en San Isidro para alojar a sus trabajadores, mientras la administración sigue sin responder a la emergencia habitacional.
Soldecanarias.net / San Isidro (Granadilla)
El grupo Spring Hoteles, uno de los principales actores del turismo en Tenerife, ha decidido tomar la delantera en una de las crisis más graves que afronta Canarias: el acceso a la vivienda. La compañía ha comprado dos edificios inacabados en San Isidro por 1,4 millones de euros con el objetivo de reconvertirlos en 130 viviendas para alojar a sus trabajadores.
Una decisión estratégica que, además de asegurar personal para sus hoteles, pone en evidencia la parálisis del Gobierno de Canarias en materia de vivienda pública. “Nos preguntamos qué pasará si mañana no encontramos empleados por culpa de los precios del alquiler”, explicó Miguel Villarroya, director general de Spring, en declaraciones a la Cadena Ser.
La situación del mercado es crítica. Según Villarroya, los dos principales obstáculos para la contratación son el crecimiento “descontrolado de las viviendas vacacionales” y la “incapacidad de las administraciones para crear vivienda social”. Mientras tanto, la empresa privada demuestra que actuar es posible, incluso sobre ruinas urbanas heredadas de la crisis del ladrillo de 2008.
En este caso, Spring ha hecho lo que no ha hecho el Ejecutivo regional: adquirir construcciones a medio hacer para darles un uso habitacional urgente. Y todo con una inversión moderada frente a los costos de edificación desde cero.
Aunque cabe destacar el reciente gesto de Visocan, empresa pública de vivienda, que adquirió el edificio Aloe I en El Fraile para realojar a 14 familias amenazadas de desahucio, los esfuerzos del sector público siguen siendo mínimos ante una demanda que ya es crítica.
Con más de 1.000 empleados y 2.300 camas bajo gestión, Spring Hoteles se convierte así en referente de responsabilidad social empresarial en Canarias. Además, su interés por desarrollar el Plan Parcial El Mojón, donde posee dos de los tres suelos hoteleros, confirma que su compromiso con la isla va más allá del negocio turístico.
En un momento en que la vivienda se ha convertido en un privilegio en lugar de un derecho, Spring Hoteles marca el camino con hechos. ¿Tomarán nota las administraciones?


