El sindicato reclama la intervención urgente del Gobierno de Canarias para proteger el empleo, la economía local y la soberanía alimentaria de las islas.
Solsdecanarias.net / Redacciòn
La organización Sindicalistas de Base de Canarias ha expresado su profunda preocupación ante las informaciones que apuntan a una eventual adquisición de Dinosol Supermercados propietaria de la marca Hiperdino por parte de Carrefour. Aunque la actual propiedad de la cadena ha desmentido la operación, el sindicato advierte de las graves consecuencias que podría tener para Canarias si se materializara la venta.
En un comunicado, el sindicato subraya que la operación pondría en riesgo los más de 10.000 empleos directos que sostiene la compañía en sus más de 250 establecimientos, así como la estabilidad del sector primario isleño, ya que Dinosol mantiene acuerdos consolidados con agricultores, ganaderos y pescadores locales. La entrada de una multinacional, señalan, podría sustituir progresivamente estos vínculos por cadenas de suministro globales, debilitando la economía rural y reduciendo la presencia de productos canarios en los supermercados.
Además, la organización sindical advierte que la implantación de sistemas automatizados y de autocobro, habituales en la estrategia de Carrefour, podría derivar en ajustes de plantilla. A esto se suma el riesgo de concentración del mercado, donde la multinacional francesa pasaría a tener una posición dominante junto a otras cadenas externas como Mercadona, Lidl, Aldi o Alcampo, con el consiguiente impacto negativo en la diversidad de oferta y la competitividad de precios.
Por ello, Sindicalistas de Base reclama al Gobierno de Canarias y a su presidente una reunión urgente con la empresa y los sindicatos con representación en la misma, además de la intervención de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. El sindicato defiende que es necesario establecer incentivos que permitan mantener el control local de la principal cadena de distribución alimentaria del archipiélago, evitando así lo que consideran una pérdida de soberanía económica y alimentaria para el pueblo canario.
