La exclusión del proyecto de Fonsalía impulsa un ambicioso plan para construir un nuevo puerto en Los Cristianos, protegiendo la biodiversidad y modernizando las conexiones marítimas.
Soldecanarias.net / Arona
El Ministerio de Transición Ecológica ha puesto fin a años de debate al iniciar la modificación de los límites de la Zona de Especial Conservación (ZEC) Teno-Rasca, lo que deja fuera el controvertido proyecto del muelle de Fonsalía en Guía de Isora. Esta medida no solo supone un triunfo para la protección del medio ambiente en Tenerife, sino que también redirige todas las miradas hacia la urgente reordenación del Puerto de Los Cristianos.
Con Fonsalía descartado, el Gobierno plantea un nuevo escenario: proteger la biodiversidad marina, mejorar la operatividad portuaria y respetar el entorno urbano y natural de Los Cristianos. Se busca una solución que responda a las demandas de conservación sin renunciar a la necesidad de modernizar las infraestructuras marítimas.
Fonsalía: Un proyecto que nunca convenció
Durante años, el muelle de Fonsalía fue objeto de intensos debates. Rechazado en 2021 y en 2023 tanto por el Gobierno de Canarias como por el Cabildo de Tenerife, las principales preocupaciones giraban en torno al grave impacto ecológico que podría haber causado sobre especies amenazadas, como las tortugas bobas y los calderones tropicales.
Su inclusión definitiva dentro de la ZEC Teno-Rasca supone el cierre de cualquier posibilidad futura para su desarrollo. A pesar de los argumentos a favor —que señalaban la necesidad de descongestionar Los Cristianos y mejorar la comunicación con las Islas Verdes—, el compromiso ambiental ha prevalecido.
Un nuevo Puerto de Los Cristianos: regeneración y futuro
Con la opción de Fonsalía descartada, el foco se centra ahora en la transformación total del Puerto de Los Cristianos. La nueva propuesta plantea la creación de un puerto completamente nuevo, más abierto al mar, con modernos espacios de atraque para las navieras y tecnología avanzada que permita gestionar mejor las corrientes marinas.
El proyecto contempla compuertas sumergidas para garantizar la renovación continua del agua en la bahía, protegiendo así la calidad ambiental de una de las zonas más emblemáticas de Arona. Una vez concluida la obra, se demolería el actual puerto, dejando espacio para un área pesquera renovada y un puerto deportivo de grandes yates, abriendo así una oportunidad única para revalorizar toda la costa.
La iniciativa, sin embargo, no está exenta de polémica: la alcaldesa de Arona, Fátima Lemes, y numerosos colectivos vecinales y empresariales han expresado su rechazo a los proyectos previos de ampliación del puerto, abogando por alternativas que no afecten a la playa de Las Vistas ni al entorno urbano.


