El escándalo vinculado a la trama de comisiones ilegales salpica a la ministra de Hacienda, pero el PSOE aplaza cualquier cambio, mientras el futuro electoral del partido se ve amenazado.
Soldecanarias.net / Redacciòn
El escándalo de corrupción que involucra a Santos Cerdán y su red de comisiones ilegales ha reavivado las tensiones internas en el PSOE, especialmente en Andalucía, donde la figura de María Jesús Montero, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del partido, se encuentra bajo el foco. Pese a la creciente presión, fuentes cercanas a la dirección federal indican que el PSOE mantiene, al menos por ahora, la hoja de ruta trazada para Montero, que incluye su liderazgo en la candidatura a la Presidencia de la Junta de Andalucía en las próximas elecciones autonómicas.
El escándalo, que se desató con las investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, ha salpicado a Montero indirectamente a través de la contratación de Vicente Fernández, ex presidente de la SEPI, en la empresa Servinabar. Este hecho ha generado especulaciones sobre posibles vínculos entre la ministra y la trama, aunque tanto Montero como su entorno han rechazado cualquier implicación directa.
En este contexto, el partido busca evitar movimientos drásticos que pudieran dañar aún más su imagen, ya que una destitución inmediata de Montero podría interpretarse como una señal de culpabilidad, aún sin pruebas que la vinculen directamente con las irregularidades de la trama Cerdán.
La División Interna del PSOE-A
Sin embargo, el impacto político del caso ha sido considerable. En Andalucía, el escándalo ha sumido al PSOE en una incertidumbre sobre su futuro electoral. La figura de Montero, que se había proyectado como la gran esperanza del partido para recobrar el liderazgo en la región, parece haber perdido fuerza ante el desánimo generalizado. La sombra del caso Cerdán ha restado confianza entre los votantes y ha sembrado dudas sobre la capacidad del PSOE-A para remontar en las encuestas.
Además, dentro del partido andaluz, ya se empiezan a sentir los primeros movimientos para tomar posiciones ante una posible salida de Montero. En Granada, por ejemplo, se rumorea que Noel López, ex número dos de Espadas y actual diputado en el Parlamento andaluz, ha iniciado reuniones informales con cuadros intermedios del PSOE, buscando apoyo por si Montero se ve obligada a dar un paso atrás.
También en otras provincias como Jaén y Huelva, se perciben movimientos similares, aunque la dirección del PSOE-A se esfuerza en desmentir cualquier intento de golpe interno. No obstante, las aguas bajan revueltas, y el escenario político de Andalucía podría cambiar drásticamente en los próximos meses si el escándalo sigue afectando la imagen de Montero y del PSOE.
La Respuesta del Gobierno
Por su parte, el Gobierno central, encabezado por Pedro Sánchez, ha mostrado su respaldo a Montero, insistiendo en que no existen pruebas que la vinculen directamente con las irregularidades del caso. No obstante, este apoyo se ha visto empañado por la falta de respuestas claras ante las investigaciones que siguen abiertas sobre Cerdán y otros altos cargos del partido.
Para muchos, este es un momento clave para el PSOE, no solo en términos de justicia interna, sino también en cuanto a su futuro electoral. En el horizonte, las elecciones autonómicas de 2026 se presentan como una prueba de fuego para el partido en Andalucía, donde el caso Cerdán podría ser un lastre difícil de superar.
A medida que se desarrollen los acontecimientos, el PSOE deberá decidir si mantiene su estrategia en la región o si recurre a un relevo en su liderazgo para mejorar sus opciones en las urnas.


