El juez aprecia contradicciones en los testimonios, pero mantiene al sospechoso en la cárcel por homicidio en grado de tentativa mientras la víctima, una menor tutelada, lucha por su vida con el 95% del cuerpo quemado
Soldecanarias.net / Redacciòn
El Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria ha decretado este lunes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para Abarrafía H., el joven de 20 años investigado por quemar a una menor de 17 años el pasado 16 de julio en una infravivienda del barrio de La Isleta. El juez lo investiga por los delitos de homicidio en grado de tentativa y lesiones graves, aunque subraya que las declaraciones de testigos son contradictorias y que el testimonio de la víctima será clave para esclarecer lo ocurrido.
La menor, tutelada por el Gobierno de Canarias y cuyo paradero había sido denunciado días antes como desaparecida, fue hallada en estado crítico con quemaduras que afectan al 95% de su cuerpo. Permanece ingresada en la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
El auto judicial refleja que el fuego se originó en una habitación del inmueble donde ambos jóvenes se encontraban, en un entorno cargado de materiales combustibles como plásticos y colchones. Aunque no se hallaron restos de acelerantes, el informe de la Policía Científica descarta causas accidentales, eléctricas o naturales, y apunta a una acción humana como origen del incendio.
El acusado defiende que todo fue un accidente provocado por una colilla mal apagada, pero las pruebas periciales y el comportamiento registrado por cámaras de seguridad generan dudas sobre su versión. Las imágenes muestran a la víctima huyendo desorientada, vestida con una chilaba parcialmente quemada por detrás, lo que choca con la declaración del acusado, quien sostiene que el fuego no alcanzó la parte trasera de la prenda.
La reconstrucción judicial revela además que Abarrafía H. se encontraba con la víctima dentro de un espacio cerrado sin puertas practicables, lo que hace improbable que pudiera salir sola dadas las lesiones que presentaba. También llama la atención del juez que, tras la agresión, un testigo implicado en un altercado violento con el propio investigado días antes, mantuvo una conversación a solas con la joven antes de que llegaran los servicios de emergencia, omitiendo inicialmente en su llamada al 112 la gravedad de las lesiones de la víctima.
Aunque el relato de lo sucedido aún presenta fisuras incluyendo versiones encontradas sobre el momento del incendio y la ubicación de las quemaduras—, los informes médicos sugieren que la intensidad del fuego no encaja con una combustión espontánea y sí con la acción directa de un líquido inflamable. En este contexto, la instrucción judicial sostiene que mantener al joven en prisión es la medida más prudente mientras se espera el testimonio clave de la menor, una vez su estado de salud lo permita.
La investigación ha sido asumida por el Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia de Las Palmas, al quedar descartada una relación afectiva entre ambos implicados, lo que invalida la vía de violencia de género. La gravedad del caso ha conmocionado a la comunidad canaria, mientras las autoridades del Gobierno autonómico se enfrentan a críticas por el seguimiento de la tutela de la víctima, una menor desaparecida del centro donde residía.


