La última ocurrencia es el decomiso de un terminal móvil sin garantía alguna
FUENTE: EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife
Un pulso insólito, extraño, infrecuente. Y está incurso en el corazón de la Policía Judicial de la comisaría de Playa de las Américas, en el que agentes de la misma siguen realizando actos contrarios no solamente a la ley, sino al sentido común y que los ponen a todos en evidencia.
No es la primera vez que saltan a la luz estos comportamientos. Dichos agentes al parecer tienen como objetivo golpear a un empresario para lo cual se han aprovechado de una denuncia que inicialmente parecía penal, pero que en realidad era un asunto civil, que no civilizado entre ciudadanos extranjeros y en los que estos policías han creído o al menos eso evidencia sus acciones que podría llevarlos hasta un empresario conocido y reconocido.
En ese afán han realizado un acto absolutamente impropio como es la intervención de un teléfono móvil de uno de estos ciudadanos, que además nada tienen que ver con dicho empresario, en esa búsqueda de esas pruebas que halladas, les pueda justificar todo un proceso que en principio tiene todos los papeles para ser irregular y contrario a lo establecido y por supuesto sin que la autoridad judicial tenga que ver de manera formal.
Sin embargo y en relación a ello, una persona vinculada a los juzgados pudo informar a estos policías, mejor a uno de ellos, con el que le une un vínculo sentimental para que pudiera hacer lo que está haciendo, lo que le da una dimensión más inquietante todavía.
A día de hoy y a esta hora además el móvil no está donde debe estar. Y su señoría al igual que nosotros tampoco sabe su localización. ¿Por qué estas acciones, porque correr estos riesgos? Deben estar muy seguros, aunque no han presentado nada que sustente esa loca campaña contra el empresario. Por otra esa seguridad tampoco es buena, porque descubre que ese corazón de la Policía Judicial está bichado y por qué no, podrido.


