La edil publica datos formativos en redes sociales que no figuran en su perfil institucional, generando interrogantes sobre su transparencia
Soldecanarias.net / Arona
La concejala de Vox en el Ayuntamiento de Arona, Melania Desiree Santos González, se encuentra en el centro de una controversia tras detectarse posibles inconsistencias entre la formación académica que declara en su perfil personal de redes sociales y la que figura en el portal oficial del consistorio.
En su cuenta personal de Facebook, donde acumula más de 6.800 seguidores, Santos afirma haber estudiado en la Universidad de La Laguna (ULL) y haber asistido al IES Las Galletas. Sin embargo, estas referencias no aparecen en su currículum institucional, donde únicamente se consignan dos titulaciones: Técnico Superior en Tasaciones y Valoraciones Inmobiliarias y Técnico Superior en Maquillaje. Ninguna de estas formaciones está directamente vinculada con las instituciones educativas mencionadas en sus redes.
La falta de detalles sobre los estudios en la ULL o en el instituto sin fechas, titulaciones obtenidas ni documentación contrastable ha generado inquietud entre sectores políticos y ciudadanos que reclaman mayor claridad sobre la trayectoria de sus representantes públicos.
La biografía profesional publicada en la web del Ayuntamiento añade que en 2008 Santos superó las pruebas de acceso a tropa y marinería en el Ejército, siendo destinada a la Unidad de Formación Paracaidista de la Academia de Infantería de Murcia. También se menciona experiencia laboral en el sector textil y, actualmente, como técnica en una empresa de ocio y entretenimiento.
Voces críticas señalan que presentar información imprecisa o inflada sobre la formación académica de un cargo público puede erosionar la confianza ciudadana y distorsionar los principios de mérito y transparencia en la representación democrática.
“La honestidad curricular no es un detalle menor”, apunta el abogado Abel Marín, quien sostiene que falsear la trayectoria académica supone “un fraude que rompe el contrato básico entre representante y representado: la confianza”.
Hasta el momento, la concejala no ha emitido declaraciones oficiales aclarando la información publicada en sus redes sociales ni ha actualizado su perfil institucional. La situación reabre el debate sobre la necesidad de mecanismos de verificación más estrictos para las biografías públicas de cargos electos.


