El XV Congreso del PSOE canario se convierte en un acto de elogios mutuos mientras se eluden responsabilidades y se ataca a la oposición sin propuestas claras para los problemas reales de Canarias
Manuel. J.F.G.
El XV Congreso del PSOE canario, celebrado en el Magma Artes & Congresos de Adeje, dejó claro que el principal objetivo del evento no era debatir ideas ni proponer soluciones a los retos que enfrenta Canarias. Por el contrario, se convirtió en una plataforma de autocelebración, llena de elogios vacíos y ataques predecibles a la derecha, mientras se evitaba cualquier análisis crítico de los errores cometidos.
Pedro Sánchez, fiel a su estilo, no perdió la oportunidad de colocarse como el «salvador» de la política española. Su discurso estuvo cargado de mensajes grandilocuentes y ataques a sus rivales políticos, en especial al Partido Popular y a Vox, pero con una notable ausencia de autocrítica. No hubo mención alguna a los fallos de su gestión ni a los compromisos incumplidos con Canarias, una comunidad que sigue enfrentando desafíos económicos y sociales urgentes.
El presidente del Gobierno utilizó la tribuna para ensalzar a Ángel Víctor Torres, recientemente reelegido secretario general del PSOE canario, describiéndolo como «ejemplar». Pero, ¿ejemplar en qué? Torres, que gobernó durante el Pacto de las Flores, presume de logros económicos, pero omite las críticas a su gestión en áreas clave como la sanidad, la vivienda y la sostenibilidad. Sus palabras sobre «no insultar» ni «difamar» sonaban irónicas, considerando que buena parte de los discursos estuvieron dedicados a descalificar a la oposición.


Un Congreso para el PSOE, no para Canarias
El lema del evento, «Canarias lo que necesita es más PSOE», refleja una visión estrecha y casi arrogante de la política. ¿Es realmente eso lo que necesita Canarias? Mientras el PSOE canario se regodea en su «unidad» y en su capacidad para «dialogar», los ciudadanos siguen enfrentando problemas reales como la precariedad laboral, la falta de vivienda asequible y las infraestructuras deficientes.
Además, el congreso evitó abordar las tensiones internas del partido. La renuncia de Pedro Martín a liderar el PSOE en Tenerife y la falta de un sucesor claro dejan entrever un vacío de liderazgo que podría costarles caro en futuras elecciones. Sin embargo, lejos de reflexionar sobre esto, prefirieron vender una imagen de cohesión y fortaleza que no se sostiene.
Más gestos, menos soluciones
Los socialistas criticaron duramente a la derecha por tumbar el decreto ‘Ómnibus’, argumentando que ello perjudicó medidas sociales como el aumento de pensiones o ayudas a los afectados por el volcán en La Palma. Sin embargo, Sánchez y Torres eludieron mencionar que el decreto no fue bloqueado solo por la derecha, sino también por socios de legislatura que han dejado claro su descontento con el rumbo del Gobierno.
Mientras tanto, el PSOE canario sigue hablando de «unidad», pero sin ofrecer un plan claro para los próximos años. La ausencia de propuestas concretas y la insistencia en culpar a otros por los problemas de Canarias demuestran que el PSOE está más preocupado por la propaganda que por gobernar con eficacia.
En resumen, este congreso fue un ejercicio de autobombo y complacencia, alejado de las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Si «más PSOE» significa más discursos vacíos y menos soluciones, entonces quizás lo que realmente necesita Canarias es un cambio real.


