Paulino Rivero anticipa su salida del CD Tenerife, dejando el cargo antes de la Junta General y de acuerdo con su compromiso de dimitir antes del 30 de marzo.
Soldecanarias.nert / Santa Cruz de Tenerife
El presidente del Club Deportivo de Tenerife, Paulino Rivero, ha decidido adelantar su dimisión, dejando el cargo un día antes de la Junta General que se celebrará el jueves 20 de febrero de 2025. Esta decisión se alinea con su compromiso de abandonar la presidencia antes del 30 de marzo. Rivero ha manifestado que la medida será efectiva tan pronto como se constituya el nuevo Consejo de Administración y se nombre a los nuevos cargos correspondientes, evitando así cualquier «vacío de poder» en la institución.
Durante una rueda de prensa celebrada en el estadio Heliodoro Rodríguez López, el dirigente expresó que su salida responde a una serie de dificultades y frustraciones durante su mandato. «Hemos trabajado en momentos muy complicados, con una situación deportiva que no nos ha ayudado», afirmó, añadiendo que se marcha «decepcionado y frustrado» por no haber encontrado encaje en el modelo de dirección elegido por los principales accionistas del club.
Rivero explicó que Rayco García, uno de los grandes accionistas, ha optado por gestionar el club según su propio modelo, y que, aunque conocía dicho modelo desde el principio, no se sentía cómodo en él. «No me veo en ese modelo», afirmó, refiriéndose al modelo de reparto de responsabilidades que se había acordado entre los accionistas.
Sobre la Junta General programada para este jueves, Rivero mostró su incertidumbre sobre los posibles movimientos y la estrategia de los principales accionistas, especialmente de José Miguel Garrido, cuyo retorno al mandato se ha especulado en los últimos días. «Habría que preguntarle al señor Garrido qué piensa y qué va a pasar con las acciones que representa», comentó, destacando que la Junta debería ser un espacio de consenso y diálogo entre los accionistas para sumar fuerzas y recuperar la ilusión en torno al club.
El todavía presidente subrayó que lo más importante para el futuro del Tenerife es poner a la institución por encima de cualquier interés personal. En cuanto a las decisiones deportivas y económicas, Rivero lamentó no haber podido participar más en estos ámbitos, destacando que la falta de implicación en esos aspectos había sido una de las mayores decepciones de su presidencia.
Por último, Rivero expresó su esperanza de que el futuro del CD Tenerife esté marcado por la unidad y la ilusión. «Lo que vamos a necesitar en los próximos años es un movimiento de ilusión para recuperar el espacio perdido», concluyó.
La dimisión de Paulino Rivero pone fin a una etapa en la que, pese a las dificultades, ha intentado mantenerse al frente del club en un momento complicado, y ahora la mirada del Tenerife se dirige hacia la configuración del nuevo consejo y el futuro de la entidad.
