La Policía Nacional recupera a la esposa e hijo del presunto capo tras intensas negociaciones, mientras se intensifican las investigaciones para dar con los secuestradores y esclarecer el móvil del crimen.
Soldecanarias.net / Redacciòn
La Policía Nacional ha logrado resolver el secuestro de la mujer y el hijo de José, conocido como ‘El del Buque’, en un tiempo récord de solo 48 horas. La liberación de los secuestrados ocurrió la noche del viernes en Gran Canaria, gracias a las intensas negociaciones y un seguimiento discreto de los agentes. A pesar de la resolución positiva del caso, aún no se han realizado detenciones y la investigación sigue abierta.
Los hechos comenzaron el miércoles por la noche, cuando un familiar de los secuestrados alertó a la policía tras encontrar la entrada de la villa de El Salobre, en San Bartolomé de Tirajana, abierta y sin señales de los residentes. Además, se percataron de la desaparición de un vehículo Audi Q3, propiedad de un allegado de la familia, que se habría usado para huir con las víctimas. El coche fue visto por un vigilante de seguridad, quien confirmó que el hijo de José y su esposa se encontraban a bordo, aunque no pudo identificar a los posibles secuestradores.
El origen del secuestro parece estar relacionado con el robo de más de 500 kilogramos de cocaína, un alijo que José y su banda habrían sido acusados de robar. La banda rival, en venganza, secuestró a su familia exigiendo el retorno de la droga o el pago en criptomonedas por el valor del alijo. Las autoridades investigan este conflicto y analizan la posible participación de un tercero en el robo original.
A pesar de la liberación exitosa de las víctimas, la policía sigue trabajando para esclarecer los detalles del secuestro, identificar a los responsables y determinar el papel de José en el robo de la cocaína. Las investigaciones continúan bajo un alto nivel de secreto, ya que la seguridad de las personas involucradas sigue siendo una prioridad para las fuerzas de seguridad.
Mientras tanto, la situación ha puesto en alerta a las autoridades, que han intensificado la vigilancia en puntos clave de la isla, como áreas de venta de drogas y muelles deportivos, ante el temor de represalias o movimientos ilegales relacionados con el narcotráfico. La familia del narco, que había estado en la mira de bandas rivales desde el robo de la droga, ve ahora su vida marcada por la violencia asociada al crimen organizado en Gran Canaria.


