Senegal se asoma a un abismo que puede hacer saltar por los aires su historia democrática en una crisis que se ha ido cocinando a fuego lento
M.J.D / Adeje
El principal candidato opositor de Senegal, Ousmane Sonko, ha sido condenado a dos años de prisión por corrupción de la juventud en un proceso que ha estado bajo sospecha desde el primer momento. El veredicto entorpece claramente su carrera presidencial y no es la primera vez que los contrincantes del presidente Sall son descabalgados en los tribunales. Pero los partidarios de Sonko creen a su líder y la sociedad civil lamenta la deriva antidemocrática. Las protestas y la tensión colocan al país contra las cuerdas y la salida se augura difícil. De nuevo, unas elecciones comprometen la convivencia, como ocurre en Zimbabue y la República Democrática del Congo en estos días. El reverso de la democracia.
Senegal frente a las llamas y la incertidumbre
Que la esperanza estuviese depositada en un giro de guion que evitase el último paso sobre el abismo, no quiere decir que no fuese previsible la crisis que se ha desencadenado en Senegal después de la condena de dos años de prisión por corrupción de la juventud que un tribunal impuso el pasado jueves 1 de junio al principal representante de la oposición política, Ousmane Sonko. Durante las últimas noches se habían generalizado los recuentos de disturbios y sabotajes, incluidos los ataques a propiedades de altos cargos del actual gobierno, especialmente en Dakar, y de la misma manera, los abusos de fuerzas de seguridad grabados con teléfonos móviles y las detenciones de manifestantes o, simplemente, de personalidades públicas críticas.
El anuncio de la condena de Sonko ha agravado claramente la tensión, pero también ha abierto un espacio de incertidumbre. El anuncio judicial ha abierto un compás de espera marcado por la resistencia de los partidarios de Sonko y por la amenaza de que las autoridades intenten proceder a la detención del líder político.
La situación se ha ido deteriorando progresivamente en el país de África Occidental y los acontecimientos se han precipitado en las últimas semanas. Algunos círculos de la sociedad civil ya advertían de unos tics antidemocráticos del actual gobierno de Macky Sall, justo antes de las elecciones presidenciales celebradas en febrero de 2019, que habían venido precedidas por la exclusión de los dos principales opositores Khalifa Sall y Karim Wade después de sendos procesos judiciales, la prohibición de algunas manifestaciones y el anuncio de leyes poco garantistas.
La deriva empeoró a partir de la reelección de Sall, de manera holgada, en dichas elecciones. Las denuncias de maniobras que no respetaban los derechos de la ciudadanía se fueron multiplicando y poco a poco se ha ido enrareciendo el clima político. El primer salto cualitativo se dio hace poco más de dos años, en marzo de 2021, cuando se inició el proceso contra Ousmane Sonko por una denuncia de violación y amenazas de muerte. Los agravios acumulados por algunos sectores de la sociedad civil, sumados a la confusión y las irregularidades en los procedimientos que acabaron con la detención temporal del político opositor desencadenaron un estallido de ira social. Seis días de protestas, manifestaciones, enfrentamientos y violencia que hicieron temblar los cimientos de una democracia que los y las senegalesas esgrimen con orgullo.
Después de aquel episodio la intensidad se ha rebajado considerablemente, pero se ha mantenido la tensión a medida que se acercan las próximas elecciones presidenciales previstas para febrero de 2024 y que el actual presidente, Macky Sall, juega al despiste en torno a su posible candidatura que obligaría a una interpretación judicial a medida, para solventar el límite de dos mandatos establecido por la Constitución. La expresión del descontento ha cristalizado en el F24, un frente amplio de partidos de la oposición y organizaciones sociales que exige el respeto escrupuloso de los principios democráticos.
Sin embargo, durante el mes de mayo todo parece haberse acelerado, a pesar de que falta prácticamente un año para ese horizontes de los comicios de 2024. Primero fue la resolución de un recurso por otro proceso judicial contra Sonko por difamación e injurias al ministro de Turismo, Mame Mbaye Niang. La revisión de la sentencia agravaba la pena y le dejaba en una situación prácticamente de inelegibilidad frente a la carrera presenciales con un pequeño margen de maniobra en manos de los jueces. Se vislumbraba la fecha de la celebración de la vista por la acusación de violación y amenazas de muerte, que puede suponer una dura pena para el político que siempre ha sostenido que esta denuncia es una mascarada para desactivar su candidatura. Sonko se refugió en Ziguinchor, la capital de la región de la Casamance, al sur del país y la ciudad de la que es alcalde. Sus partidarios protagonizaron una espectacular movilización para preservar su casa de un posible intento de detención. La celebración de la vista, sin la presencia de un Sonko bunquerizado en su territorio, se aplazó una semana del 16 al 23 de mayo. Y la olla ha seguido acumulado presión. Tras un proceso maratoniano, el juicio quedó visto para sentencia con una fecha marcada a fuego en el calendario: el 1 de junio se leería el veredicto.
El pasado viernes 26 de mayo, Sonko decidió dejar su refugio en Ziguinchor y encaminarse a Dakar ante la previsión de esa decisión judicial. Lo hizo escoltado por lo que se denominó “la caravana de la libertad”, un cortejo de seguidores que lo iba acompañando en su recorrido. Con un clima cada vez más tenso y un itinerario plagado de incidentes, Sonko desapareció temporalmente el domingo después de una intervención policial. Después de unas largas horas de incertidumbre, se supo que había sido interceptado por unidades especiales de la policía y que había sido trasladado a su domicilio en la capital senegalesa. Aunque las autoridades sostienen que no ha sido arrestado y que fue una operación para atajar el cortejo que estaba produciendo alteraciones del orden, el hecho es que Sonko se encuentra confinado en su casa, sin que se permitan las visitas de otras personalidades públicas ni muestras de apoyo de sus simpatizantes. Esta situación confusa ha provocado, por ejemplo, la detención de Aliou Sané, el portavoz del movimiento Y’en a Marre y uno de los líderes del F24. Durante la espera, los choques entre manifestantes y policía se han multiplicado, se han producido ataques a las casas de algunos ministros y altos cargos del gobierno y ha ido aumentando el número de detenidos.
Finalmente se ha desvelado un inusual veredicto, que absuelve a Sonko de las acusaciones de violación y de amenazas de muerte pero le condena a dos años de prisión y una multa de 600.000 francos CFA por un delito poco convencional: corrupción de la juventud. Después de esta decisión, la gestión del clima social y el nivel que pueda alcanzar la violencia dependerá de dos factores. Por un lado, la certeza de que esta sentencia no es firme y, por tanto, puede ser recurrida, de manera que las consecuencias no son completamente definitivas. Y, por otro lado, la intención de las autoridades de detener o no al candidato, lo que marcará en los próximos días la reacción de sus partidarios y la lectura de otras organizaciones de la sociedad civil.
French version
Les élections conduisent à des pays stables comme Le Sénégal au bord du précipice et alimente la tension dans d’autres
Le Sénegal est face à un gouffre qui pourrait faire exploser son l’historie démocratique dans une crise qui couve
Le principal candidat de l’opposition sénégalaise, Ousmane Sonko, a été condamné à deux ans de prison pour corruption de jeunes dans un processus suspect depuis le début. Le verdict entrave clairement sa course présidentielle et ce n’est pas la première fois que les opposants au président Sall sont expulsés du tribunal. Mais les partisans de Sonko pensent que leur chef et la société civile déplorent la dérive anti-démocratique. Les protestations et la tension mettent le pays dans les cordes et la sortie s’annonce difficile. Une fois de plus, les élections compromettent la coexistence, comme c’est le cas actuellement au Zimbabwe et en République démocratique du Congo. L’envers de la démocratie.
Le Sénégal face aux flammes et à l’incertitude
Le fait que l’espoir ait été déposé dans un scénario retors qui a évité la dernière marche au-dessus de l’abîme, ne signifie pas que la crise qui s’est déclenchée au Sénégal après la condamnation à deux ans de prison pour corruption de la jeunesse qu’un jeudi 1er juin dernier, le tribunal a imposé le principal représentant de l’opposition politique, Ousmane Sonko. Ces dernières nuits, les récits d’émeutes et de sabotages s’étaient multipliés, y compris les attaques contre les propriétés des hauts responsables du gouvernement actuel, notamment à Dakar, et de même, les exactions des forces de sécurité enregistrées sur les téléphones portables et les arrestations de manifestants ou simplement de critiques publiques. Les figures.
L’annonce de la condamnation de Sonko a clairement aggravé la tension, mais elle a aussi ouvert un espace d’incertitude. L’annonce judiciaire a ouvert une période d’attente marquée par la résistance des partisans de Sonko et par la menace que les autorités tentent d’arrêter le leader politique.
La situation s’est progressivement détériorée dans ce pays d’Afrique de l’Ouest et les événements se sont accélérés ces dernières semaines. Certains milieux de la société civile alertaient déjà sur des tics antidémocratiques dans l’actuel gouvernement de Macky Sall, juste avant les élections présidentielles tenues en février 2019, qui avaient été précédées par l’exclusion des deux principaux opposants Khalifa Sall et Karim Wade après deux procédures judiciaires. , l’interdiction de certaines manifestations et l’annonce de lois qui ne garantissent pas les garanties.
La dérive s’est aggravée après la réélection de Sall, confortablement, auxdites élections. Les dénonciations de manœuvres ne respectant pas les droits des citoyens se sont multipliées et peu à peu le climat politique s’est raréfié. Le premier saut qualitatif a été fait il y a un peu plus de deux ans, en mars 2021, lorsque le procès contre Ousmane Sonko a débuté pour une plainte pour viol et menaces de mort. Les griefs accumulés par certains secteurs de la société civile, ajoutés à la confusion et aux irrégularités dans les procédures qui ont abouti à la détention provisoire de l’opposant, ont déclenché une explosion de colère sociale. Six jours de protestations, de manifestations, d’affrontements et de violences qui ont ébranlé les fondements d’une démocratie que les Sénégalais brandissent fièrement.
Après cet épisode, l’intensité a considérablement baissé, mais la tension est restée à l’approche des prochaines élections présidentielles prévues en février 2024 et l’actuel président, Macky Sall, joue le jeu de la confusion sur son éventuelle candidature, ce qui forcerait une procédure judiciaire coutumière. interprétation, pour résoudre la limite de deux mandats établie par la Constitution. L’expression du mécontentement s’est cristallisée dans le F24, un large front de partis d’opposition et d’organisations sociales qui revendique le respect scrupuleux des principes démocratiques.
Pourtant, au cours du mois de mai, tout semble s’être accéléré, alors qu’il reste pratiquement un an avant les élections de 2024. Tourisme, Mame Mbaye Niang. La révision de peine a aggravé la peine et l’a laissé dans une situation de quasi inéligibilité devant le face-à-face avec une petite marge de manœuvre entre les mains des juges.
La date de l’audience se profilait pour l’accusation de viol et de menaces de mort, qui peut être une lourde peine pour l’homme politique qui a toujours soutenu que cette plainte est une mascarade pour désactiver sa candidature. Sonko s’est réfugié à Ziguinchor, la capitale de la région de la Casamance, dans le sud du pays et la ville dont il est le maire. Ses partisans organisent une mobilisation spectaculaire pour préserver sa maison d’une éventuelle tentative d’arrestation. La tenue de l’audience, sans la présence d’un Sonko bunkerisé sur son territoire, a été reportée d’une semaine du 16 au 23 mai. Et le pot a continué à faire monter la pression. Après un processus marathon, le procès a été vu pour la condamnation avec une date marquée sur le calendrier : le 1er juin lirait le verdict.
Vendredi 26 mai dernier, Sonko a décidé de quitter son refuge à Ziguinchor et de se rendre à Dakar en prévision de cette décision judiciaire. Il l’a fait escorté par ce qu’on appelait «la caravane de la liberté», un cortège de partisans qui l’accompagnaient dans son voyage. Avec une météo de plus en plus tendue et un itinéraire en proie à des incidents, Sonko a temporairement disparu dimanche après une intervention policière. Après plusieurs longues heures d’incertitude, on apprend qu’il a été intercepté par des unités spéciales de la police et qu’il a été transféré à son domicile de la capitale sénégalaise. Bien que les autorités maintiennent qu’il n’a pas été arrêté et qu’il s’agissait d’une opération pour arrêter la parade nuptiale qui provoquait des troubles, le fait est que Sonko est confiné à son domicile, sans visites d’autres personnalités publiques ni manifestations de soutien de ses partisans. Cette situation confuse a conduit, par exemple, à l’arrestation d’Aliou Sané, le porte-parole du mouvement Y’en a Marre et l’un des leaders du F24. Pendant l’attente, les affrontements entre manifestants et policiers se sont multipliés, les maisons de certains ministres et hauts fonctionnaires ont été attaquées et le nombre de détenus a augmenté.
Un verdict inhabituel a finalement été descellé, acquittant Sonko des accusations de viol et de menaces de mort mais le condamnant à deux ans de prison et à une amende de 600 000 francs CFA pour un crime non conventionnel : la corruption de jeunes.
Après cette décision, la gestion du climat social et le niveau que peut atteindre la violence dépendront de deux facteurs. D’une part, la certitude que cette condamnation n’est pas définitive et donc susceptible d’appel, de sorte que les conséquences ne sont pas totalement définitives. Et, d’autre part, l’intention des autorités d’arrêter ou non le candidat, qui marquera la réaction de ses partisans et la lecture d’autres organisations de la société civile dans les prochains jours.


