Cuatro años después de la erupción, el Tajogaite atrae visitantes, pero el sector reclama un plan estratégico al estilo Timanfaya
Soldecanarias.net / La Palma
Cuatro años después de la erupción del volcán Tajogaite, la isla de La Palma empieza a recuperar su pulso turístico, aunque los retos siguen siendo evidentes. El paisaje marcado por la lava se ha convertido en la excursión estrella para quienes visitan la isla, pero hoteleros y profesionales del sector advierten de que el atractivo sigue infrautilizado y reclaman un plan estratégico que permita convertirlo en un recurso de alcance internacional, como ocurrió en su día con el Parque Nacional de Timanfaya en Lanzarote.
Los datos muestran signos claros de mejora: en los últimos tres años, las pernoctaciones han crecido un 39,4 %, los viajeros un 23,7 % y los ingresos por habitación un 24,8 %. Sin embargo, representantes de Ashotel y del Centro de Iniciativas y Turismo lamentan que, pese al interés inicial por el volcán, la curiosidad va en descenso y no se han dado pasos firmes para transformarlo en un producto turístico sólido.
Desde el Cabildo, la consejera de Turismo defiende que el proceso requiere tiempo, recordando que durante el primer año y medio no fue posible trabajar en la zona debido a la emisión de gases y altas temperaturas. A su juicio, el Tajogaite “es una experiencia única” que necesita señalización, servicios complementarios y una oferta organizada que lo potencie.
Otro factor clave es la conectividad aérea. La isla afronta la próxima temporada de invierno con 108.000 plazas internacionales programadas, pero los operadores turísticos insisten en que sin un aumento en la capacidad hotelera —actualmente limitada a unas 16.000 camas— será difícil atraer grandes flujos de visitantes.
Mientras tanto, La Palma sigue apostando por su imagen de destino de naturaleza, gastronomía y tranquilidad, con un alto grado de satisfacción entre quienes la visitan. Sin embargo, el consenso en el sector es claro: el futuro turístico de la isla dependerá de convertir el Tajogaite en algo más que un paisaje, en un verdadero motor económico.
