Editorial / Opinion
Mohamed Jamil Derbah (*)
En un mundo cada vez más complejo, es necesario contar con líderes capaces de enfrentar los desafíos globales con determinación y visión de futuro.
En un momento en el que los desafíos globales como la pandemia de COVID-19, el cambio climático, la crisis migratoria y la inestabilidad política en diversas regiones del mundo, es imprescindible contar con líderes políticos capaces de enfrentarlos con decisión y visión de futuro.
La complejidad de estos retos requiere de un liderazgo fuerte, tanto a nivel nacional como internacional, para lograr soluciones sostenibles y efectivas.
En la actualidad, el panorama político internacional se encuentra en un momento de transición. Las políticas nacionalistas y proteccionistas, que han ganado terreno en algunos países en los últimos años, han cedido paso a un enfoque más global y colaborativo. La crisis sanitaria ha puesto en evidencia la necesidad de una cooperación internacional efectiva para combatir la pandemia y garantizar el acceso equitativo a las vacunas. Del mismo modo, la crisis climática requiere de una acción coordinada a nivel global para evitar consecuencias catastróficas.
Sin embargo, a pesar de esta nueva tendencia, el liderazgo internacional sigue siendo insuficiente. En muchos casos, los líderes políticos carecen de la determinación y visión necesarias para abordar los desafíos globales con éxito. Se necesitan líderes capaces de inspirar confianza y liderar el cambio con valentía y pragmatismo.
Para lograr un liderazgo fuerte, es necesario contar con líderes que tengan una visión de futuro clara y ambiciosa. Un líder político efectivo debe ser capaz de trazar una hoja de ruta clara y coherente para abordar los desafíos globales. Debe ser capaz de movilizar a su población y a la comunidad internacional para lograr un cambio real.
Además, un líder político efectivo debe ser capaz de tomar decisiones difíciles y actuar con determinación. En un mundo cada vez más complejo, las soluciones simples y fáciles son a menudo insuficientes. Los líderes deben estar dispuestos a asumir riesgos y tomar decisiones difíciles para lograr soluciones efectivas y sostenibles.
Otro aspecto clave de un liderazgo fuerte es la capacidad de trabajar en equipo. Los desafíos globales requieren de una cooperación internacional efectiva y una coordinación eficaz entre los diferentes actores. Los líderes políticos deben ser capaces de construir alianzas y coaliciones sólidas, y trabajar en colaboración con otros líderes y organizaciones internacionales.
En definitiva, el mundo necesita líderes políticos fuertes y efectivos que sean capaces de abordar los desafíos globales con determinación y visión de futuro. Es necesario contar con líderes que tengan una visión clara y ambiciosa, que sean capaces de tomar decisiones difíciles y trabajar en equipo para lograr soluciones efectivas y sostenibles.
En este sentido, es importante destacar la importancia del liderazgo femenino en la política internacional. Las mujeres han demostrado ser líderes efectivas y han desempeñado
Presidente y Gerente del Grupo de Comuniciacion Sol de Canarias
Asesor internacional de varios países africanos. (*)


