Artículo de opinión:
Mohamed Jamil Derbah
La decisión precipitada de Pedro Sánchez de adelantar las elecciones nacionales ha dejado una estela de incertidumbre y preocupación, especialmente en las Islas Canarias, donde el Partido Socialista (PSOE) se enfrenta ahora a un escenario perjudicial a la hora de formar gobiernos.
Esta jugada política, impulsada por el oportunismo y sin considerar las consecuencias, pone en bandeja de plata la oportunidad de la unión entre el Partido Popular (PP) y los nacionalistas en Canarias (CC), lo que supone un golpe devastador para el PSOE en Canarias y especialmente en la comarca sur de Tenerife.
El panorama político en Canarias ya era complicado para los socialistas tras su derrota en las elecciones locales y autonómicas. Sin embargo, el adelanto de las elecciones nacionales añade un elemento de incertidumbre y debilita aún más la posición del PSOE. Mientras tanto, el PP, que ha cosechado un resultado arrollador en las elecciones locales y autonómicas, se frota las manos ante esta oportunidad de oro para afianzar su cuota de poder en todas las administraciones canarias conjuntamente con Coalición Canaria.
La unión entre el PP y los nacionalistas canarios, especialmente a través de un posible pacto entre Coalición Canaria y el PP, es ahora una amenaza muy real para el PSOE en Canarias. Este pacto podría generar un cambio drástico en los gobiernos de las Islas Canarias y el Cabildo de Tenerife, lo que tendría consecuencias negativas para el PSOE y sus votantes. Además, la influencia de estos pactos entre nacionalistas y populares se vería especialmente en los municipios más importantes de la comarca sureña, donde el turismo y la economía tienen un papel fundamental.
Los pactos políticos son esenciales para garantizar la estabilidad y el progreso de las comunidades. Sin embargo, la decisión apresurada de Sánchez de adelantar las elecciones nacionales ha creado un clima de incertidumbre y polarización que dificulta la formación de acuerdos sólidos y duraderos en Canarias. Además, el hecho de haber elegido una fecha tan cercana al verano podría afectar negativamente a la participación ciudadana, lo que favorece aún más a la derecha en estos pactos.
La política debe estar al servicio de los ciudadanos y de sus necesidades, no de los intereses partidistas. La prisa y el afán de mantenerse en el poder pueden tener consecuencias nefastas para la estabilidad y el buen gobierno. Es fundamental que los líderes políticos actúen con responsabilidad y prioricen el interés general sobre los intereses de su propio partido. Solo así se podrá garantizar una gobernabilidad sólida y el progreso de las Islas Canarias.
La precipitada decisión de Pedro Sánchez de adelantar las elecciones nacionales tiene un impacto negativo evidente en el PSOE en Canarias. Esta maniobra política, carente de prudencia y consideración, facilita la unión entre el PP y los nacionalistas en la región, poniendo en peligro el poder del PSOE y su capacidad para formar gobiernos en las Islas Canarias. Es hora de que los líderes políticos reflexionen sobre el bienestar de los ciudadanos y la necesidad de construir consensos duraderos, en lugar de buscar réditos partidistas a corto plazo.
