La decisión bloquea una política de la administración Trump que aceleraba la deportación de inmigrantes sin permitirles presentar alegaciones de persecución.
Soldecanarias.net / Redacciòn
Un juez federal en Boston ha emitido una orden de restricción temporal que impide a la administración Trump deportar a migrantes a países con los que no tienen conexión, sin darles la oportunidad de presentar su caso sobre posibles riesgos de persecución o tortura.
El juez Brian Murphy, designado por el expresidente Barack Obama, dictó la decisión a raíz de una demanda presentada por un grupo de inmigrantes representados por defensores de los derechos humanos, que alegaban que la nueva política del gobierno estadounidense ponía a los migrantes en peligro al no ofrecerles protección legal adecuada.
La normativa, establecida el 18 de febrero por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), buscaba acelerar la deportación de miles de migrantes liberados bajo ciertas condiciones. La medida había ordenado a los agentes de inmigración detener a estos migrantes nuevamente y expulsarlos a terceros países, sin importar que pudieran enfrentar persecución o tortura en esos lugares.
El juez Murphy argumentó que según la Convención contra la Tortura, los migrantes deben ser protegidos de ser expulsados a países donde corran el riesgo de ser torturados. «No podemos enviar a personas a un país sin previo aviso, y mucho menos a uno donde puedan ser sometidos a torturas o abusos», destacó el magistrado en su fallo.
La administración Trump respondió rápidamente a la decisión, acusando al juez de ser un «juez activista» y afirmando que el fallo usurpaba el poder ejecutivo en materia de seguridad nacional.
La apelación del gobierno promete prolongar la batalla legal, pero la orden de restricción temporal representa una victoria significativa para los migrantes y sus defensores. La abogada Trina Realmuto, quien representa a los inmigrantes en el caso, expresó su alivio, asegurando que «el juez ha visto la urgencia de esta situación y el peligro que enfrentan estos migrantes».
El futuro de la política de deportaciones del gobierno de Trump dependerá de las decisiones judiciales que se tomen en las próximas semanas, mientras la administración lucha por implementar sus medidas más estrictas en torno a la inmigración.
