Una nueva oleada de misiles deja al menos 10 muertos en el norte de Israel, mientras Tel Aviv sufre ataques múltiples y la aviación israelí bombardea infraestructura crítica en Teherán
Soldecanarias.net / Redacciòn
Por segunda noche consecutiva, el cielo de Oriente Medio ha sido atravesado por misiles. En un episodio sin precedentes desde la guerra del Líbano en 2006, Israel e Irán mantienen un intercambio directo de fuego que amenaza con arrastrar a la región a una guerra abierta.
Las autoridades israelíes han confirmado la muerte de al menos 10 personas y más de 140 heridos tras el impacto de misiles iraníes en distintas zonas del norte del país. Tel Aviv fue blanco de dos oleadas de proyectiles en la madrugada, que obligaron a miles de personas a refugiarse en búnkeres mientras sonaban las sirenas antiaéreas en varias ciudades.
Mientras tanto, la respuesta israelí no se ha hecho esperar. La Fuerza Aérea ha bombardeado un importante complejo petrolero en las afueras de Teherán, en una operación que fuentes militares describen como “una represalia proporcional y estratégica”. Imágenes satelitales muestran columnas de humo y fuego en zonas industriales del sur de la capital iraní.
El cruce de ataques llega en un contexto de tensión acumulada, con Yemen también en el punto de mira. Fuentes militares israelíes confirmaron ataques aéreos sobre instalaciones de los hutíes en Saná y Hodeida, señalando que “forman parte del eje iraní que amenaza la seguridad regional”.
La cadena de agresiones comenzó hace dos días con el bombardeo israelí de un edificio diplomático iraní en Damasco, en el que murieron varios altos mandos de la Guardia Revolucionaria. Teherán prometió una respuesta “contundente”, que ahora toma forma en esta doble andanada de misiles balísticos y drones de largo alcance.
El diario Haaretz informa que los sistemas de defensa aérea israelíes, como la Cúpula de Hierro y el sistema David’s Sling, lograron interceptar una parte significativa de los misiles, aunque algunos lograron superar el escudo. Es la primera vez que Tel Aviv sufre un impacto directo en zonas urbanas desde el ataque de Hamás en octubre de 2023.
Tensión internacional
La comunidad internacional sigue con preocupación la escalada. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido “máxima contención” y convocado una reunión urgente del Consejo de Seguridad. Estados Unidos, aliado clave de Israel, ha reiterado su respaldo a la defensa israelí, mientras que China y Rusia han pedido un cese inmediato de hostilidades y ofrecido actuar como mediadores.
Los mercados internacionales también han reaccionado: el precio del petróleo superó los 100 dólares por barril por primera vez en más de un año, y las bolsas europeas y asiáticas amanecieron con fuertes caídas ante el temor de una guerra regional prolongada.
¿Hacia una guerra abierta?
Expertos militares señalan que, a diferencia de enfrentamientos anteriores, esta vez ambos países están asumiendo un enfrentamiento directo, sin intermediarios ni actores proxy. “Estamos ante un punto de inflexión. Si no se desescalan las hostilidades, el conflicto puede extenderse más allá de Israel e Irán”, advirtió Trita Parsi, analista de política exterior y fundador del National Iranian American Council.
En paralelo, las poblaciones civiles en ambos países viven momentos de angustia. En Tel Aviv, los hospitales trabajan a máxima capacidad, y en Teherán, largas filas se han formado en gasolineras y supermercados por miedo a nuevos ataques.
El Gobierno israelí ha anunciado que mantiene “todas las opciones sobre la mesa”, mientras Irán advierte que cualquier nueva agresión “recibirá una respuesta aún más severa”.
Ambos países están atrapados en una peligrosa lógica de represalias que, si no se frena, podría marcar el inicio de un conflicto regional de grandes proporciones.


