Soldecanarias.net / Redacciòn /Tegucigalpa
Honduras vive hoy una de las elecciones más decisivas de su historia reciente, marcadas por la influencia de actores internacionales y la tensión entre fuerzas políticas locales que buscan perpetuarse en el poder. La cita electoral llega en un contexto donde la Casa Blanca respalda al candidato del oficialismo, Tito Asfura, mientras que el chavismo mantiene vínculos con sectores de la oposición.
Las largas filas que se observaron desde temprano frente a los centros de votación en Tegucigalpa reflejan la alta participación ciudadana y el interés por un proceso electoral que muchos consideran clave para definir el rumbo político del país en los próximos años.
El oficialismo ha sido acusado de maniobras para perpetuarse en el poder, en una dinámica que recuerda los patrones de otros regímenes latinoamericanos aliados al chavismo. Por su parte, Estados Unidos ha intervenido abiertamente, mostrando un respaldo explícito a Tito Asfura, una señal clara de la relevancia geopolítica de Honduras en el «patio trasero» centroamericano.
La tensión internacional se incrementó esta semana con un pronunciamiento de Donald Trump, quien advirtió que ciertos sectores de la oposición, como la familia Zelaya Castro, intentarían arrebatar el poder de manera irregular, y reafirmó su apoyo al candidato respaldado por Washington. Este episodio se suma a la polémica reciente sobre el indulto concedido por Trump al ex presidente hondureño, condenado por narcotráfico, un gesto que ha polarizado aún más el escenario político local.
Analistas advierten que el resultado de estas elecciones no solo definirá el liderazgo en Tegucigalpa, sino que también influirá en la dinámica regional entre Estados Unidos y los gobiernos aliados al chavismo, en un pulso que trasciende las fronteras de Honduras.
Mientras tanto, los ciudadanos hondureños acuden a las urnas con una mezcla de esperanza y desconfianza, conscientes de que su voto podría determinar no solo la política interna, sino también la posición estratégica del país en el tablero geopolítico latinoamericano.
