La Policía Nacional y la Guardia Civil rastrean a un grupo de sicarios vinculados al narcotráfico en un posible ajuste de cuentas
Soldecanarias.net / Readacciòn
La tranquilidad del exclusivo enclave de El Salobre, en San Bartolomé de Tirajana, se vio sacudida este jueves con el presunto secuestro de una mujer y su hijo de 19 años, familiares de un conocido empresario local. La Policía Nacional y la Guardia Civil han desplegado un operativo de búsqueda a contrarreloj ante lo que apunta a ser un caso de extrema gravedad con conexiones al crimen organizado.
La alerta se activó cuando un familiar de las víctimas encontró la puerta de su vivienda abierta y signos evidentes de forcejeo. Inmediatamente, las autoridades tomaron el control de la situación, trasladando el caso de la Policía Local a la Policía Nacional, que ha decretado el secreto de sumario.
Las primeras hipótesis apuntan a un secuestro meticulosamente planificado por un grupo de sicarios de élite, presuntamente vinculados al narcotráfico internacional. Fuentes policiales han señalado que los secuestradores podrían haber utilizado una embarcación en el puerto deportivo de Pasito Blanco para huir, tras abandonar en la zona el vehículo en el que se trasladaron.
Un ajuste de cuentas por 700 kilos de cocaína
La línea de investigación más sólida relaciona este secuestro con un robo de 700 kilos de cocaína entre organizaciones criminales rivales, lo que habría desencadenado una violenta represalia.
El empresario José A.C., conocido como El del Buque, y presuntamente vinculado a estos hechos, se encuentra en un lugar seguro mientras las fuerzas de seguridad rastrean cada pista para dar con el paradero de la madre y el hijo desaparecidos.
El operativo, que cuenta con unidades especializadas en secuestros y crimen organizado, sigue desplegado en la isla y en puntos estratégicos del archipiélago ante la posibilidad de que los captores intenten trasladar a las víctimas fuera del país.
Mientras la investigación avanza con máxima discreción, la tensión crece en Gran Canaria, donde este caso ha puesto en evidencia la creciente presencia de redes criminales de alto nivel operando en el archipiélago.


