La secretaria general, Lucía Gutiérrez, afirma que el compromiso del Partido con la democracia y los derechos humanos en el Senegal es absoluto
Calor que fundía el asfalto. Todos los termómetros rompiendo grados y todos habalndo de calor, mucho calor, maldito calor. Centro Cultural de Los Cristianos. Frente a él, un halito de libertad, de democracia, de compromiso.
Fuerza Canaria. Un partido con sede en Tenerife que sin embargo mira al mundo, concretamente a Senegal, ahora metido en una espiral terrible, donde el gobierno ejerce su poder de manera dictatorial. La secretaria general del partido, Lucia Gutiérrez señala que “el compromiso del partido con la democracia y los derechos humanos en el Senegal es absoluto”.
Concentración de la comunidad senegalesa y otras personas, incluido un ciudadano que se identificó como militante del Frente Polisario. Todos unidos con la democracia, la libertad y sobre todo con Ousmane Sonko, ahora en prisión y que sufre la persecución y el hostigamiento del gobierno. “Fuerza Canaria está presente hoy en Los Cristianos del lado de los que luchan por la libertad y además la comunidad senegalesa tiene su importancia y su relevancia, para que sea tenida en cuenta”.
El acto dura dos horas. Varios oradores dan discursos sobre Ousmane Sonko y de lo que está pasando en el país. Interviene Mohamed Jamil Derbah, ante el que uno de los senegaleses que actúa como organizador, dice que será el futuro alcalde y que lo conoce hace quince años. Sus palabras son firmes y contundentes. Libertad y condena a las acciones de Macky Sall y que desde Tenerife habrá lucha para que el Senegal recupere democracia. “Está muy claro. La posición de Fuerza Canaria está en que el gobierno cese en su actitud y que Ousmane Sonko recupere la libertad y pueda ser el candidato a la presidencia en 2024”, dice Lucía Gutiérrez.
Y como vinieron en alas de libertades se fueron de la misma manera, libremente, ante la mirada amable y considerada de la Policía Nacional. Una concentración potente, muy simbólica, muy libertaria, pero pacífica y tranquila. Ahora toca esperar. A ver que pasa en Senegaal.


