La cumbre celebrada en Barcelona concluye sin acuerdos sustanciales, evidenciando la profunda división entre el Gobierno y las comunidades autónomas del PP.
Soldecanarias.net / Redacciòn
La XXVIII Conferencia de Presidentes, celebrada en Barcelona, ha culminado sin avances significativos, reflejando la creciente fractura entre el Gobierno de Pedro Sánchez y las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular (PP). Durante la reunión, los 13 presidentes autonómicos del PP solicitaron un adelanto electoral, argumentando que la situación política actual es insostenible. Sin embargo, el presidente Sánchez descartó esta petición, asegurando que agotará la legislatura hasta 2027.
Entre los temas más controvertidos estuvieron la reforma del sistema de financiación autonómica, la política migratoria y la ley de vivienda. El PP criticó duramente la propuesta de condonación de deuda para algunas comunidades, calificándola de medida insuficiente y demandando una reforma integral del modelo de financiación. Por su parte, el Gobierno defendió la necesidad de un sistema más solidario y justo, rechazando los acuerdos bilaterales con Cataluña.
La jornada también estuvo marcada por un incidente político y lingüístico cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid decidió abandonar la sala en protesta por el uso de las lenguas cooficiales durante las intervenciones, calificando la traducción simultánea como un «disparate». Este gesto reflejó la tensión existente en torno a la diversidad lingüística y política que atraviesa el país.
En conjunto, la falta de avances y la persistente confrontación entre el Ejecutivo y las comunidades del PP ponen en entredicho la efectividad de la Conferencia de Presidentes como espacio de diálogo y consenso. La creciente polarización política y la ausencia de voluntad para el entendimiento dificultan la resolución de los desafíos que enfrenta la nación.
