Por Mohamed Jamil Derbah
En el vasto y vibrante tapiz de la Madre África, una nueva era de cooperación y hermandad se está gestando, una era donde los lazos económicos, culturales y sociales no solo unen naciones, sino que tejen un futuro común de prosperidad y desarrollo. En este glorioso renacimiento, Libia se erige como un faro de esperanza y colaboración, un catalizador esencial en la gran sinfonía de integración africana.
La tierra de Libia, rica en historia y bendecida con recursos, ha demostrado una resiliencia encomiable ante las adversidades, emergiendo como un núcleo vital para la cooperación africana. Mi reciente visita a este noble país ha reafirmado mi convicción de que, al estrechar nuestros lazos con Libia, no solo estamos fortaleciendo nuestros vínculos económicos, sino que también estamos abriendo puertas a un intercambio cultural y social sin precedentes.
Un Puente Económico hacia la Prosperidad
La reunión con el ilustre ministro de Inversiones, Ali Al Saidi, ha sido un testimonio del potencial ilimitado que yace en la colaboración económica entre nuestras naciones. Libia, con su posición geoestratégica y sus vastos recursos, se presenta como un socio ideal para proyectos que trascienden fronteras, beneficiando no solo a Guinea Bissau sino a toda África.
El desarrollo de infraestructuras, la exploración de recursos naturales y la innovación tecnológica son solo algunos de los campos donde nuestras sinergias pueden florecer. Estos proyectos no solo impulsarán nuestras economías, sino que también generarán empleo, fomentarán el intercambio de conocimientos y promoverán un crecimiento sostenible. La visión compartida de un futuro próspero para África se materializa en cada acuerdo y en cada colaboración que firmamos.
Un Tapestry Cultural de Riqueza y Diversidad
Sin embargo, la cooperación no debe limitarse al ámbito económico. África es un continente de una riqueza cultural incomparable, donde cada nación aporta una pieza única al mosaico de nuestra identidad colectiva. Libia, con su herencia histórica y su diversidad cultural, juega un papel crucial en este intercambio vibrante y enriquecedor.
La promoción de intercambios culturales, festivales y programas educativos permitirá a nuestras gentes comprender y apreciar las tradiciones y valores de sus hermanos africanos. La música, el arte, la danza y la literatura son hilos dorados que pueden tejer una red de entendimiento y respeto mutuo, fortaleciendo la unidad africana desde sus raíces más profundas.
Tejiendo una Sociedad Africana de Paz y Solidaridad
El aspecto social de nuestra cooperación no puede ser subestimado. En un mundo donde las divisiones y los conflictos han causado tanto sufrimiento, es nuestra responsabilidad como líderes forjar una sociedad basada en la paz, la solidaridad y el respeto mutuo. La colaboración con Libia en iniciativas sociales, desde la salud y la educación hasta la inclusión social y los derechos humanos, será un pilar fundamental en la construcción de un continente más justo y equitativo.
Los programas conjuntos para combatir la pobreza, promover la igualdad de género y garantizar el acceso a la educación y la salud son esenciales para el bienestar de nuestras naciones. Al trabajar juntos, podemos crear un entorno donde cada africano, sin importar su origen, tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.
Un Sueño Africano Compartido
En conclusión, la importancia de estrechar los lazos entre Guinea Bissau y Libia, y más ampliamente entre todas las naciones africanas, no puede ser exagerada. Es un sueño compartido de un continente unido, fuerte y próspero. Un continente donde la cooperación económica se traduce en bienestar, donde el intercambio cultural enriquece nuestras almas y donde la solidaridad social fortalece nuestros corazones.
Hoy, al reflexionar sobre los fructíferos encuentros y las prometedoras colaboraciones que hemos iniciado, me lleno de esperanza y determinación. Libia, con su espíritu indomable y su visión clara, es una piedra angular en el edificio de nuestra unidad africana. Juntos, construiremos un futuro brillante, un renacer africano donde cada nación, grande o pequeña, contribuye al esplendor de nuestra Madre África.
Mohamed Jamil Derbah
Consejero Especial del Primer ministro de Guinea Bissau


