Proyecto de modificación del reglamento de uso de la marca colectiva Pesca Artesanal. Un logo institucional del Cabildo. Oficial. No privado. Como tal tiene sus reglas, existe un procedimiento. Se trata de una imagen oficial que luego estará en muchos sitios. Su existencia denota que donde esté ahí está el Cabildo, que no es poco.
Un logo que sustituye al anterior. En 2015 se acordó aprobar la creación de la marca colectiva Pesca Artesanal para los pescados y mariscos de la isla de Tenerife, así como la aprobación inicial de su reglamento de uso, el cual quedó definitivamente aprobado el 2 de mayo de 2016. Ahí se autorizó un logotipo, un modelo, incluido en el anexo 1 del citado reglamento. Esta marca colectiva fue creada con la finalidad de permitir a los consumidores diferenciar los productos pesqueros capturados por pescadores profesionales canarios y desembarcados en puertos autorizados.
Todo correcto. Sin embargo ese logo inicial establecido en el reglamento, en un acuerdo de 17 de enero de 2023 es modificado, concretamente en ese mismo anexo I, siendo otro logo. Y lo hace el consejero del área, Javier Parrilla, sin encomendarse a nada ni a nadie, todo de manera oscura, poco trasparente. Ordeno que se haga y ya está, sin contar de nuevo con nada ni con nadie.
El consejero de CC en el Cabildo, Antolín Bueno, se entera de que se ha usado un logo en un stand oficial de GastroCanarias, así de repente. Y se queda a cuadros. Nadie del sector, nadie al cual debería por lo menos consultarse sobre esto, sabe nada. Resulta no solo sorprendente, sino atrevido. Y decide actuar. Lleva una pregunta al pleno sobre esto. Y ahí se faja con el consejero. Éste alude a un informe técnico, que no muestra y del que ni aún hoy se sabe nada.
La pregunta que generó este encontronazo tiene su miga: “consecuencias administrativas y jurídicas que tiene para el personal del Cabildo actuar y tomar medidas sin seguir ni respetar los procedimientos oficiales legales establecidos en cada caso en el reglamento del Cabildo y en el código de Buen Gobierno de esta institución y más concretamente en relación a lo recogido en el reglamento de la marca colectiva pesca artesanal, en relación a las actuaciones constatadas y denunciadas de la modificación y exposición pública del logo oficial de la marca pesca artesanal, incluyendo los gastos realizados para esta modificación y las acciones de publicidad y divulgación realizado por el consejero del área de Agricultura, ganadería y pesca sin seguir los procedimientos oficiales”.
El consejero nacionalista en el pleno donde se midió con el consejero, se dirigió al secretario de la corporación para que diese respuesta a lo que se estaba planteando y éste no la admitió, pero si emitió el 26 de enero de 2023 una nota de conformidad e informe”.
En dicho informe se apunta lo siguiente, “desconoce si el nuevo logo propuesto, aún pendiente de aprobar por el pleno del Cabildo, ha sido utilizado o expuesto en actos públicos sin haber culminado el procedimiento legal y reglamentariamente establecido para tal fin”.
Pues se usó. El logo modificado y en un acto público. El consejero del área, Javier Parrilla lo hizo, así, porque él lo quiso, como si él fuera todo el procedimiento, todas las garantías. El secretario en el informe sobre este logo y las consecuencias de realizar actuaciones sin amparo legal y autorizar gastos, dice lo siguiente, “los miembros de las corporaciones locales están sujetos a responsabilidad civil y penal por los actos y omisiones realizados en el ejercicio de su cargo. Las responsabilidades se exigirán ante los tribunales de justicia competentes y se tramitarán por el procedimiento ordinario aplicable”.
Más claro imposible. Un caso Parrilla. Indudable, evidente. Un gobierno insular éste, que llega a estos extremos, incluidos este de un cambio de logo. Da pasmo que pasará con el resto, da mucho pasmo. Ahora toca que otros lo corrijan. Un apunte. Prevaricación y malversación, si llega, dado el caso, a los tribunales.


