Parte de las pruebas se realizan fuera del municipio, en Ingenio y se hacen a puerta cerrada, sin que nadie pueda verlas o controlarlas, lo que despierta numerosas sospechas
Conchi, la alcaldesa, se la juega y mucho. Y es verdad que da la sensación que el ordenamiento jurídico, las normas, las reglas y demás, aunque debe cumplirlas, la incomodan, le molestan y se pasa todo el tiempo jugando con ello, por un lado aparentando que las lleva a rajatabla, pero en realidad realizando todo lo que puede para cumplir sus objetivos, destinados a conservar el poder, de manera pura y dura, maquiavélica, objetivos que en realidad no son nada generalistas, públicos o eso que nos pone a todos líricos, incluido a uno que viene a recuperar su tan ansiado y amado trono, pero que en su día como un cobarde del condado, salió corriendo al Cabildo de Gran Canaria, donde nadie se acuerda de lo que hizo o dejo de hacer y al que conocen como Marco Aurelio Complemento Pérez, llamado interés general.
Vamos al lío. 30 plazas de Policía Local. Trabajo fijo, para toda la vida. 400 aspirantes. Una golosina electoral, justo en estos momentos, Y la alcaldesa y los suyos, pocos, pero convenientemente elegidos por sus capacidades o mejor por lo que le sirven, no quieren que esas oposiciones se hagan como deben hacerse y ampara el artículo 14 de la Constitución. No podemos olvidar que la alcaldesa juega a lo que juega, al igual que su antecesor, ponedor de pollos, Marco Aurelio Específico, cuando se mandaron un nombramiento del comisario y jefe de la Policía Local, un ex madero reciclado y complaciente, que fue nulo de pleno derecho, pero, como decimos, sigue ahí, el nota, como si no fuera con ella esa realidad jurídica. ¿A qué juega? Pues a lo que estamos aquí exponiendo, yo soy la ley y el derecho, soy la hija de Hamurabi y me quedó tan ancha.
Aquí en San Bartolomé, la carta la escribe ella como magna. Y punto. Ya han surgido problemas y graves en estas oposiciones hasta el punto que se suspendieron unas pruebas por orden judicial, pero aunque luego esa suspensión se levantó, la daga judicial sigue ahí, pendiente y viene aparejada con cosas inquietantes, que pueden demostrar eso que aquí estamos exponiendo que es el carácter que le ha impreso la alcaldesa socialista, nada ejemplar y con trazas de despotismo ilustrado, para ellos y los suyos. Todo para el pueblo, pero sin el pueblo.
De entrada los que componen el tribunal calificador, los dioses menores, esos que dan y quitan vida, pues tienen sus cariños orientados a la izquierda del río, no al derecho y ya ello despierta suspicacias les han hecho un regalo, una prebenda. El uso general es cobrar unas dietas, “quienes integren el tribunal, así como las personas que intervengan como asesores o especialistas, el secretario o secretaria o el personal colaborador, técnico, administrativo y de servicios, tendrán derecho a percibir las indemnizaciones o dietas legalmente previstas por razón del servicio”. En la tabla prevista por el Estado para el pago de estas dietas por asistencia van de los 45,89 a los 36,72 euros, dependiendo de la categoría o cargo, en cristiano.
Catering engrasador
¿Dietas por asistencia? ¿Indemnizaciones? Seguro. Pero además un servicio de catering para que los niños estén tranquilos y contentos. Ninguno protestó, aunque fuentes consultadas ven muy raro este proceso, el de pagarles a los calificadores este tipo de servicio.
“La realización del presente contrato responde a la necesidad de contratar el servicio catering/desayuno para el tribunal calificador, asesores y personal colaborador durante la celebración de las pruebas físicas y psicotécnicas (…) teniendo en cuenta que el tribunal deberá estar presente y no pueden abandonar las instalaciones en las que se realizan las pruebas (…) desde las 8:00 hasta las 15:00 horas” y así durante una semana.
El menú para los notas: “30 pulguitas, 60 botellas agua, 30 zumos, un termo de café, un termo de leche, 30 sobres azúcar, 30 vasos, 50 servilletas, 10 piezas de fruta”. Estómago lleno, corazón contento. ¿Y el relleno? Conchi está en todo: “tortilla, pata, lomo, jamón serrano con tomate, vegetales con atún, vegetales, vegetales con jamón y queso”. No escatima en mimos y detalles varios.
1.800 euros. Casi nada. Y todos contentos. No pueden desayunar en sus casas y esperar a comer después de las tres de la tarde. No. Catering para los reyes. En fin. Cosas de la alcaldesa, Conchi, la de la esquina, porque a veces es alcaldesa, a veces vecina, según le convenga.
Más detalles
No solamente el catering. Las pruebas se hacen en Maspalomas y en Ingenio y donde se hacen nadie puede estar, nadie puede pasar, un hermetismo crucial y brutal. Una ocultadera que nos da que pensar, que nos pone en una tesitura incómoda, porque lo que esperamos es todo lo contrario.
Y es que a pesar de los cerrojos hay cosas que están en el cielo, vigilantes, a pesar que Conchi Narváez, la de los congresos, cementeras y demás, quiera hacer de su capa un sayo y asegurarse cerca de mil votos en mayo, porque no se explica esto de ponerles a los notas en sus boquitas esas pulguitas, tan ricas. En fin.


