La aplicación de la Ley de Segunda Oportunidad dispara un 30% los concursos de acreedores de particulares en las Islas durante 2024, reflejando una creciente crisis financiera entre los hogares.
Soldecanarias.net / Adeje
El Archipiélago Canario, conocido por su dinamismo turístico y su clima privilegiado, se enfrenta a un fenómeno económico alarmante: el incremento sin precedentes de concursos de acreedores entre personas físicas. Según datos recientes, durante los primeros nueve meses de 2024, estos procedimientos legales, destinados a ofrecer una salida a ciudadanos agobiados por deudas insalvables, crecieron un 30% respecto al mismo periodo de 2023, consolidando a Canarias como la comunidad con mayor tasa de quiebras personales en España.
A diferencia de los concursos empresariales, estas solicitudes provienen de particulares sin responsabilidades mercantiles, reflejando una situación de estrés financiero generalizado entre la población. Los expertos apuntan a la Ley de Segunda Oportunidad, un mecanismo legal que, tras su reforma, ha ganado popularidad al permitir a los ciudadanos reorganizar su situación económica e incluso obtener la exoneración de deudas bajo ciertas condiciones.
Las Raíces del Problema
La economía canaria ha enfrentado duros golpes en los últimos años, desde la crisis sanitaria hasta la inflación y el encarecimiento del coste de vida. Estos factores han reducido el poder adquisitivo de las familias, especialmente en una región donde el turismo estacional y la precariedad laboral son factores predominantes.
«La Ley de Segunda Oportunidad se ha convertido en un salvavidas para muchas personas», explica María Fernández, abogada especializada en derecho concursal. «El estigma de declararse en quiebra ha disminuido, y cada vez más ciudadanos ven esta vía como una forma legítima de empezar de nuevo».
Consecuencias Sociales y Económicas
El aumento de quiebras personales no solo refleja una crisis financiera, sino también un cambio de mentalidad sobre la gestión de las deudas en España. Sin embargo, plantea retos para el sistema judicial, que debe enfrentar una avalancha de procedimientos y garantizar la protección de los derechos de acreedores y deudores por igual.
Por otra parte, esta tendencia podría tener efectos secundarios en sectores como el financiero, ya que un mayor número de insolvencias afecta la confianza de las entidades en los préstamos personales.
Mirando al Futuro
El fenómeno obliga a reflexionar sobre la necesidad de políticas económicas que refuercen la estabilidad de los hogares y reduzcan la dependencia de herramientas legales como los concursos de acreedores. Mientras tanto, Canarias seguirá siendo un laboratorio de prueba para entender los impactos de la Ley de Segunda Oportunidad y cómo esta puede evolucionar para equilibrar justicia social y sostenibilidad económica.
En un contexto de incertidumbre, la lección es clara: el sistema económico debe adaptarse para prevenir que la deuda siga ahogando a quienes ya se encuentran en situación de vulnerabilidad.


