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jueves, noviembre 13, 2025

Crisis política en Guinea-Bisáu: El Parlamento desafía a la CEDEAO y rechaza la legitimidad de Embaló

La Asamblea Nacional denuncia un golpe institucional y exige el fin del reconocimiento internacional al presidente saliente

Soldecanarias.net / Adeje

 La inestabilidad política en Guinea-Bisáu ha alcanzado un punto crítico. La Comisión Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP) ha emitido una dura resolución en la que acusa a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) de respaldar una “subversión institucional” y exige que, a partir del 27 de febrero, el presidente Úmaro Sissoco Embaló deje de ser reconocido como el legítimo jefe de Estado.

En una reunión extraordinaria, 13 de los 15 diputados que conforman la Comisión Permanente debatieron la reciente misión de la CEDEAO en el país, denunciando que la organización regional ha mantenido reuniones con lo que califican como «usurpadores del poder constitucional». Entre ellos, mencionan a la diputada Adja Satú Camará, a quien acusan de ostentar ilegalmente la presidencia del Parlamento en violación del reglamento legislativo.

Una ruptura con la CEDEAO y la comunidad internacional

La ANP ha tomado una postura de confrontación directa con la CEDEAO, la Unión Africana y la ONU, a quienes acusa de tener pleno conocimiento del asalto al Parlamento llevado a cabo por el régimen de Embaló. En su resolución, la Comisión Parlamentaria no solo rechaza las reuniones entre la CEDEAO y los actores que considera ilegítimos, sino que también exige a los organismos internacionales cesar cualquier reconocimiento de Embaló tras el fin de su mandato el 27 de febrero.

“El mandato de Úmaro Sissoco Embaló concluye el 27 de febrero a las 14:50. A partir de ese momento, cualquier reconocimiento o invitación oficial en su calidad de jefe de Estado será considerado una injerencia inaceptable en los asuntos internos de Guinea-Bisáu”, señala la resolución.

¿Un nuevo capítulo de inestabilidad?

La crisis actual es la culminación de meses de tensión entre el Parlamento y el Ejecutivo. Desde el golpe de Estado de 2022, Guinea-Bisáu ha experimentado un deterioro institucional marcado por la disputa de poder entre el presidente Embaló y el Parlamento dominado por la oposición. La comunidad internacional, en particular la CEDEAO, ha intentado mediar en la crisis, pero su papel es cada vez más cuestionado por los legisladores guineanos.

El escenario que se abre tras el 27 de febrero es incierto. Si Embaló se aferra al poder más allá del fin de su mandato, Guinea-Bisáu podría enfrentarse a un nuevo episodio de aislamiento diplomático y a un agravamiento de su frágil estabilidad política. Por otro lado, la postura del Parlamento, que representa a más del 80% de los diputados, podría generar una presión sin precedentes sobre la comunidad internacional para revisar su estrategia en el país.

Mientras tanto, los ciudadanos guineanos observan con incertidumbre el desarrollo de los acontecimientos, conscientes de que la crisis institucional podría tener un impacto directo en la estabilidad económica y social de la nación.

Conclusión: una encrucijada histórica

Guinea-Bisáu se encuentra en una encrucijada. La firmeza del Parlamento en su rechazo a la CEDEAO y a la continuidad de Embaló marca un desafío sin precedentes en la historia política del país. La comunidad internacional se verá obligada a tomar una decisión: ¿seguir reconociendo a Embaló o abrir la puerta a un proceso de transición que respete la voluntad de la Asamblea Nacional?

Lo que suceda en los próximos días definirá no solo el futuro político de Guinea-Bisáu, sino también el papel de los organismos internacionales en la resolución de crisis institucionales en África Occidental.

«versão em português».

Crise política na Guiné-Bissau: Parlamento desafia a CEDEAO e rejeita a legitimidade de Embaló

A Assembleia Nacional denuncia um golpe institucional e exige o fim do reconhecimento internacional do presidente cessante

Bissau, 25 de fevereiro de 2025 – A instabilidade política na Guiné-Bissau atingiu um ponto crítico. A Comissão Permanente da Assembleia Nacional Popular (ANP) emitiu uma dura resolução na qual acusa a Comunidade Económica dos Estados da África Ocidental (CEDEAO) de apoiar uma “subversão institucional” e exige que, a partir de 27 de fevereiro, o presidente Úmaro Sissoco Embaló deixe de ser reconhecido como legítimo chefe de Estado.

Numa reunião extraordinária, 13 dos 15 deputados que compõem a Comissão Permanente debateram a recente missão da CEDEAO no país, denunciando que a organização regional manteve reuniões com aqueles que consideram «usurpadores do poder constitucional». Entre eles, mencionam a deputada Adja Satú Camará, a quem acusam de ocupar ilegalmente a presidência do Parlamento em violação do regimento legislativo.

Uma rutura com a CEDEAO e a comunidade internacional

A ANP adotou uma posição de confronto direto com a CEDEAO, a União Africana e a ONU, a quem acusa de ter pleno conhecimento do assalto ao Parlamento levado a cabo pelo regime de Embaló. Na sua resolução, a Comissão Parlamentar não só rejeita as reuniões entre a CEDEAO e os atores que considera ilegítimos, mas também exige que os organismos internacionais deixem de reconhecer Embaló após o término do seu mandato, em 27 de fevereiro.

“O mandato de Úmaro Sissoco Embaló termina em 27 de fevereiro às 14h50. A partir desse momento, qualquer reconhecimento ou convite oficial na sua qualidade de chefe de Estado será considerado uma interferência inaceitável nos assuntos internos da Guiné-Bissau”, afirma a resolução.

Um novo capítulo de instabilidade?

A crise atual é o culminar de meses de tensão entre o Parlamento e o Executivo. Desde o golpe de Estado de 2022, a Guiné-Bissau tem vivido um agravamento institucional marcado pela disputa de poder entre o presidente Embaló e o Parlamento, dominado pela oposição. A comunidade internacional, em particular a CEDEAO, tem tentado mediar a crise, mas o seu papel é cada vez mais questionado pelos legisladores guineenses.

O cenário que se abre após 27 de fevereiro é incerto. Se Embaló insistir em permanecer no poder além do fim do seu mandato, a Guiné-Bissau poderá enfrentar um novo período de isolamento diplomático e um agravamento da sua já frágil estabilidade política. Por outro lado, a posição firme do Parlamento, que representa mais de 80% dos deputados, poderá gerar uma pressão sem precedentes sobre a comunidade internacional para rever a sua estratégia no país.

Enquanto isso, os cidadãos guineenses observam com incerteza o desenrolar dos acontecimentos, conscientes de que a crise institucional pode ter um impacto direto na estabilidade económica e social da nação.

Conclusão: uma encruzilhada histórica

A Guiné-Bissau encontra-se numa encruzilhada. A firmeza do Parlamento ao rejeitar a CEDEAO e a continuidade de Embaló marca um desafio sem precedentes na história política do país. A comunidade internacional será forçada a tomar uma decisão: continuar a reconhecer Embaló ou abrir caminho para um processo de transição que respeite a vontade da Assembleia Nacional?

O que acontecer nos próximos dias definirá não apenas o futuro político da Guiné-Bissau, mas também o papel das organizações internacionais na resolução de crises institucionais na África Ocidental.

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