El pacto entre populares y socialistas nació debilitado y la ruptura se convirtió en una cuestión de tiempo
Soldecanarias.net / Granadilla de Abona
La política municipal de Granadilla de Abona vive un nuevo capítulo de inestabilidad con el anuncio de una moción de censura promovida por Coalición Canaria (CC), Partido Popular (PP) y Vox contra la actual alcaldesa socialista. Este movimiento, que busca un cambio en el gobierno local, se registrará en los próximos días y, de prosperar, devolvería la alcaldía a CC con el apoyo de sus nuevos socios.
El pacto inicial entre PP y PSOE, sellado tras las elecciones de mayo de 2023, nació bajo tensiones internas y con discrepancias evidentes entre sus integrantes. Desde un primer momento, tanto en el ámbito local como en el regional, existía el convencimiento de que esta alianza no tenía recorrido, convirtiéndose en un acuerdo frágil y cuestionado.
Un pacto con grietas desde el inicio
La conformación del gobierno municipal tras los comicios ya evidenció fisuras. El PP, que inicialmente tenía un acuerdo cerrado con CC y Vox, terminó apostando por el PSOE en un giro inesperado que generó malestar entre sus filas. Esta decisión derivó en la apertura de expedientes disciplinarios dentro del partido y en una relación marcada por la desconfianza entre los socios de gobierno.
Con el paso de los meses, las tensiones no hicieron más que aumentar. En el seno del PP, las diferencias sobre la continuidad del pacto con el PSOE se hicieron cada vez más evidentes, mientras que la presión de sectores externos y las dinámicas internas del partido nacionalista contribuyeron a acelerar la ruptura.
El nuevo escenario político: CC retoma el poder con el apoyo de Vox
El acuerdo alcanzado entre CC, PP y Vox establece que la alcaldía recaerá en manos de los nacionalistas, con el respaldo de los dos concejales de Vox y de uno de los dos ediles del PP. No obstante, este proceso ha generado divisiones dentro del propio Partido Popular, donde no todos sus representantes respaldan la moción.
La situación en Granadilla de Abona supone un nuevo hito en la política municipal de Canarias, ya que sería el segundo ayuntamiento en Tenerife en el que Vox entra en el gobierno, tras la reciente moción de censura en Arona.
Consecuencias y perspectivas
Este cambio de rumbo no solo redefine el mapa político local, sino que también plantea interrogantes sobre la estabilidad del nuevo gobierno. La presencia de Vox en el ejecutivo municipal y la reorganización de fuerzas dentro del PP pueden generar nuevas dinámicas que pondrán a prueba la solidez del acuerdo alcanzado.
A la espera de la votación en el pleno del próximo 26 de marzo, la moción de censura en Granadilla de Abona confirma que la política municipal sigue marcada por la inestabilidad y que los pactos de gobierno, cuando nacen viciados, tienen un recorrido limitado.


