La autoridad electoral venezolana ha declarado a Nicolás Maduro como el ganador de las elecciones presidenciales, con más de 5.150.000 votos (51,2%), mientras que el candidato opositor Edmundo González obtuvo casi 4 millones y medio de votos (44,2%). Sin embargo, la oposición no reconoce estos resultados y acusa de fraude electoral.
María Corina Machado, una figura destacada de la oposición, afirmó que los votos en su poder no coinciden con los resultados oficiales y pidió a las fuerzas armadas que respeten la voluntad popular. «El deber de las fuerzas armadas es hacer respetar el voto, y eso es lo que esperamos de nuestros militares», declaró Machado. González también denunció irregularidades, asegurando que «se han violado todas las normas».
Las tensiones aumentaron con las acusaciones de hackeo masivo y protestas en diversos puntos del país. Las autoridades electorales solicitaron una investigación sobre «acciones terroristas» contra los centros de votación y llamaron a mantener la paz. Maduro, en su intervención, destacó que «nadie se deje arrastrar al fascismo».
La comunidad internacional ha mostrado preocupación por la transparencia del proceso. El presidente de Chile, Gabriel Boric, insistió en la necesidad de que los resultados reflejen la voluntad popular, mientras que el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, expresó sentimientos similares.
González y Machado han pedido a los ciudadanos que permanezcan en los centros de votación hasta obtener las actas de resultados. Se espera que en los próximos días la oposición anuncie las medidas que tomarán para defender lo que consideran la verdadera voluntad del pueblo venezolano.


