El primer grupo de ocho jóvenes solicitantes de asilo partirá el lunes 11 de agosto, marcando el inicio de un proceso que enfrenta tensiones políticas y logísticas.
Soldecanarias.net / Redacciòn
A partir del próximo lunes, 11 de agosto, dará inicio un proceso largamente esperado: el traslado de los primeros menores migrantes desde Canarias hacia la Península. Ocho jóvenes solicitantes de asilo serán los primeros en embarcarse, marcando un paso crucial para aliviar la presión que soporta el Archipiélago. A pesar de los esfuerzos del Gobierno de Canarias para coordinar este proceso, las tensiones políticas con las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular (PP) han complicado la logística del traslado, en especial en lo que respecta a la aceptación de los menores en diversas regiones de la Península.
La directora general de Protección a la Infancia y las Familias del Gobierno de Canarias, Sandra Rodríguez, destacó que este avance es un logro importante después de varios meses de trabajo, aunque subrayó que aún persisten detalles por resolver. «Hoy comenzamos a ver la luz al final del túnel», comentó Rodríguez en una reunión interministerial, aludiendo a los desafíos legales y logísticos que se han enfrentado desde el fallo del Tribunal Supremo en marzo, que obligó al Estado a asumir la responsabilidad de los menores migrantes.
Un calendario de traslados bajo estrictas medidas de protección
El proceso de derivación continuará con traslados semanales, cada uno de entre 15 y 20 menores, que serán ubicados en centros de acogida especializados en distintas regiones de la Península. Aunque el Gobierno canario espera recibir el calendario definitivo de traslados la próxima semana, Sandra Rodríguez enfatizó que este plan puede variar según los acuerdos finales con las entidades encargadas del proceso.
La prioridad es asegurar que los menores, muchos de los cuales han tenido experiencias traumáticas, sean trasladados de manera que se garantice su integridad y bienestar, tal y como dicta la legislación en materia de derechos del menor. Para ello, se han realizado entrevistas con los jóvenes para determinar las mejores opciones de acogida, teniendo en cuenta su perfil y necesidades.
Desafíos políticos y el rechazo de Madrid
A lo largo de este proceso, las comunidades autónomas gobernadas por el PP han mostrado un rechazo rotundo a recibir a los menores migrantes. En particular, Madrid se ha mantenido en contra del traslado de jóvenes a su territorio, rechazando incluso la posibilidad de habilitar el centro de Pozuelo de Alarcón. Este rechazo ha obligado al Gobierno central a buscar nuevas alternativas para distribuir a los menores, a fin de evitar que el proceso se vea bloqueado por la oposición política.
En este contexto, el Gobierno de Canarias sigue presionando para que el resto de las comunidades autónomas se comprometan a recibir a los menores, aunque, tal como ha explicado la directora de Infancia, Madrid ha quedado fuera de las opciones. Las autoridades regionales están explorando otras ubicaciones y entidades dispuestas a colaborar, con la esperanza de que el proceso de distribución se lleve a cabo sin más obstáculos.
Un paso hacia la normalización del proceso
El inicio de los traslados, que comenzó con un primer grupo de ocho jóvenes, es una respuesta a las exigencias de la comunidad internacional y las directrices del Tribunal Supremo, que instó al Estado a garantizar la atención y protección de los menores. A pesar de las tensiones políticas, el proceso sigue su curso, y el Gobierno de Canarias celebra que, finalmente, los menores migrantes comiencen a recibir la atención adecuada que necesitan en la Península.
Para las autoridades canarias, este es un paso hacia la normalización de un proceso que ha sido marcado por la presión y la incertidumbre, y que se espera que continúe de manera fluida en los próximos meses. Mientras tanto, el Gobierno seguirá trabajando con las entidades colaboradoras para asegurar que cada menor sea atendido en un entorno adecuado y que sus derechos sean respetados en todo momento.


