El trabajador canario cobra casi 400 euros menos al mes que la media estatal mientras el crecimiento del PIB y del turismo no se traduce en mejores sueldos
Soldecanarias.net / Redacciòn
Canarias vuelve a situarse, por segundo trimestre consecutivo, a la cola de España en salarios. Según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente al tercer trimestre de 2025, la nómina media neta en el Archipiélago se queda en 1.891 euros mensuales, muy lejos de los 2.268 euros de la media nacional y aún más de los 2.283 euros que se pagan en Baleares, una comunidad con una estructura económica muy similar.
El dato resulta especialmente llamativo si se tiene en cuenta que Canarias encadena tres años de fuerte crecimiento del Producto Interior Bruto y que 2025 cerrará con un nuevo récord de turistas y de ingresos vinculados al sector. Sin embargo, esa bonanza macroeconómica no llega al bolsillo de la mayoría de la población trabajadora, que sigue soportando los salarios más bajos del país.
Aunque el sueldo medio en Canarias creció un 2,5% interanual, el aumento fue inferior al promedio estatal (2,8%) y parte de una base históricamente baja. De hecho, el Archipiélago no alcanza siquiera la barrera de los 1.900 euros mensuales, situándose por debajo de regiones tradicionalmente rezagadas como Extremadura o Murcia en algunos trimestres recientes.
Otro indicador que refleja la precariedad salarial es el precio de la hora trabajada. En Canarias se paga la hora más barata de España, con 14,93 euros, mientras que en el resto del territorio nacional se superan los 16 euros. Este fenómeno está estrechamente ligado a un modelo productivo muy dependiente del turismo y de sectores con bajo valor añadido, donde la demanda de empleo cualificado es limitada.
Desde Nueva Canarias (NC) han denunciado esta situación calificándola de “paradoja intolerable”: récords de riqueza y crecimiento económico junto a salarios de miseria y una pobreza que no deja de aumentar. La formación subraya que el problema no es la falta de recursos, sino la distribución de los mismos, y reclama un cambio de modelo que permita que el crecimiento se traduzca en empleo de calidad y mejores condiciones laborales.
Mientras el coste laboral total que incluye cotizaciones sociales sigue aumentando en todo el Estado, en Canarias la mejora salarial avanza a un ritmo insuficiente para cerrar la brecha con el resto del país. El resultado es una comunidad que crece en cifras macroeconómicas, pero que permanece estancada en bienestar social, con miles de trabajadores que no logran salir de la precariedad pese al dinamismo de la economía regional.


