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Dijo que no anhela el poder sino el estado civil de derecho
El primer ministro designado por la Cámara de Representantes, Fathi Bashagha, culpó al primer ministro libio Abdul Hamid Dbeibah, a sus asesores y a su familia por el derramamiento de sangre y el saqueo de dinero en el país, diciendo que la razón principal fue el aferramiento al poder y el rechazo a la voluntad de los libios por Dbeibah.
En su primera declaración tras los enfrentamientos en Trípoli en los que murieron 32 personas y no permitió que su gobierno controlara la capital, Bashagha dijo que no anhela el poder sino el estado civil de derecho, acusando al gobierno de Dbeibah de ser una pandilla que está practicando la represión y el terrorismo.
Bashagha destacó su adhesión al principio del ejercicio pacífico de los derechos políticos y dijo que Dbeibah fue quien explotó los recursos del estado para apoyar a los grupos armados, acusándolo de buscar establecer un estado dictatorial que mata o encarcela a todos los que se le oponen.
La declaración de Bashagha se produjo después de la emisión de una prohibición de viajar y órdenes de arresto por parte del propio fiscal militar de Bashagha y otras personas involucradas en los recientes enfrentamientos en Trípoli.
