El Ayuntamiento vuelve a poner en riesgo un servicio básico en sus playas más turísticas por la caducidad de los contratos y la inacción del grupo de gobierno.
Soldecanarias.net / Arona
La historia se repite. El servicio de hamacas y sombrillas en las playas más emblemáticas de Arona Los Cristianos, Las Vistas y Playa Honda podría desaparecer nuevamente en plena temporada alta por la falta de renovación de los contratos de explotación, que se encuentran caducados desde hace meses.
Este posible escenario, que ya se vivió en años anteriores en la playa de Los Cristianos, pondría en evidencia una gestión marcada por la improvisación, la falta de previsión y el abandono de lo esencial, según han denunciado distintos grupos de la oposición.
Desde Más por Arona, se ha advertido insistentemente en las comisiones informativas sobre el vencimiento de estos contratos y la necesidad urgente de sacar a licitación nuevos pliegos, sin que hasta la fecha se haya ofrecido una solución concreta. El grupo acusa a la concejal de Medio Ambiente, Clara Pérez (CC), de una gestión “ineficaz e irresponsable”, y culpa directamente a la alcaldesa Fátima Lemes (PP) de ser “parte del problema” al no asumir responsabilidades ni actuar con la urgencia que requiere la situación.
“No se puede seguir gobernando a base de excusas como ‘esto lleva así muchos años’ o ‘no tenemos personal’. La realidad es que Arona se juega su imagen turística, su economía local y el bienestar de residentes y visitantes”, afirman los concejales Luis García y Sebastián Roque.
El riesgo de suspensión del servicio en pleno verano afecta directamente a la oferta turística del municipio, en uno de los sectores más importantes de su economía. Desde la oposición se alerta de que la parálisis en la gestión podría costarle a las arcas públicas no solo dinero, sino también reputación.
La inacción como norma
Lo más alarmante, aseguran desde la oposición, es que tras casi dos años de mandato, el grupo de gobierno liderado por PP, CC y VIX no ha sido capaz de corregir fallos de planificación que ya se conocían. Clara Pérez ha reconocido públicamente que “el contrato estaba controlado”, cuando los hechos demuestran lo contrario.
Esta situación evidencia una crisis de gestión estructural en el gobierno municipal, que no solo falla en la contratación de servicios esenciales, sino que incumple con su deber de anticiparse a problemas conocidos y recurrentes.
“Arona no puede permitirse otro verano sin hamacas ni sombrillas. La ciudadanía no puede seguir pagando los errores de un gobierno incapaz de gestionar lo básico”, concluyen desde Más por Arona.


