El nuevo gobierno conservador convoca una cumbre en el Zugspitze con seis países para reforzar una política migratoria más restrictiva.
Soldecanarias.net / Redacciòn
Alemania ha dado un paso al frente en la política migratoria europea. Bajo el liderazgo de su nuevo gobierno de mayoría conservadora, Berlín organizó una cumbre sin precedentes en el Zugspitze, el punto más alto del país, con representantes de Polonia, Francia, Austria, Dinamarca, República Checa y el comisario europeo de Interior, Ylva Johansson Brunne.
La reunión simboliza no solo un giro en la estrategia alemana, sino también su intención de convertirse en la «locomotora europea contra la inmigración», como lo expresó uno de los portavoces ministeriales. “Ya no estamos en la cabina. Ahora conducimos el tren”, afirmaron fuentes del Gobierno en referencia a su nuevo papel protagonista.
Durante el encuentro se discutieron medidas para fortalecer las fronteras exteriores de la UE, acelerar los procedimientos de deportación y reforzar los pactos con terceros países para frenar los flujos migratorios irregulares. También se abordó la posibilidad de crear centros de procesamiento migratorio fuera del territorio comunitario, una propuesta que ha generado división entre los socios europeos.
La elección del Zugspitze, más allá de su valor simbólico, refuerza la narrativa del Gobierno alemán: un país que quiere tener la mayor altura moral y política en este debate. Aunque aún no hay acuerdos vinculantes, la reunión evidencia un bloque cada vez más coordinado de países que apuestan por un enfoque más duro ante la inmigración.
Críticos y organizaciones de derechos humanos han advertido que este endurecimiento puede suponer un retroceso en los compromisos humanitarios de la Unión Europea, mientras que desde Berlín aseguran que el objetivo no es cerrar las puertas, sino “ordenar la casa”.
