La gratuidad del transporte público y la reconstrucción de La Palma, en juego por la desconexión política del Gobierno central y el enfrentamiento partidista en Madrid
Soldecanarias.net / Redacciòn
El Gobierno central ha optado por jugar a las estrategias legislativas, dejando a Canarias al borde del abismo administrativo mientras se plantea trocear las medidas para su posible aprobación. Esto no solo evidencia una preocupante desconexión con las urgencias reales del Archipiélago, sino también la fragilidad de una política que subordina el bienestar ciudadano a los vaivenes del Parlamento.
La reciente caída del decreto ómnibus en el Congreso, producto del rechazo del PP, Vox y Junts, ha dejado en el aire dos medidas vitales para Canarias: la prórroga de la gratuidad del transporte público durante 2025 y las ayudas para la reconstrucción de La Palma, tras la devastadora erupción volcánica de 2021. Lo que debía ser un acto de responsabilidad social ha quedado sepultado bajo el pesado fardo de intereses partidistas y luchas políticas que ignoran la urgencia de las necesidades insulares.
Un golpe directo a Canarias
La gratuidad de las guaguas y el tranvía ha sido una medida transformadora, facilitando la movilidad sostenible y el ahorro para miles de familias en un contexto de inflación. Ahora, su continuidad peligra. A esto se suma el abandono a La Palma, una isla que aún lucha por levantarse tras una catástrofe natural que cambió su historia. Las ayudas prometidas y proyectadas ahora son rehenes de un Congreso incapaz de anteponer el interés general al tacticismo electoral.
Tampoco han faltado críticas desde las fuerzas políticas canarias, como Coalición Canaria (CC), Agrupación Herreña Independiente (AHI) y Agrupación Socialista Gomera (ASG), que exigen al Gobierno central restituir estas medidas de forma inmediata. Pero más allá de las palabras, lo que se percibe desde Madrid es un silencio ensordecedor ante las demandas de las Islas, mientras los intereses de la política estatal barren bajo la alfombra las promesas de ayuda y equidad territorial.
Un Archipiélago olvidado
El caso de La Palma es especialmente indignante. A pesar del constante discurso de “reconstrucción ejemplar” pronunciado desde la Moncloa, las familias palmeras enfrentan la incertidumbre, viendo cómo las promesas de apoyo parecen disiparse entre burocracias y aplazamientos.
La pregunta es clara: ¿hasta cuándo soportará Canarias ser tratada como una cuestión secundaria en la agenda política estatal? El abandono de medidas esenciales como estas no solo afecta al bienestar de los canarios, sino que envía un mensaje demoledor sobre el lugar que ocupa el Archipiélago en la hoja de ruta de los que gobiernan desde Madrid.
Canarias no pide favores. Reclama justicia. Exige que las promesas no se queden en titulares vacíos y que las ayudas no se utilicen como peones en el tablero del enfrentamiento político. La reconstrucción de La Palma y la movilidad sostenible no son negociables, ni deben depender de acuerdos partidistas. Es hora de que los políticos entiendan que detrás de estas decisiones hay vidas en juego. Y esas vidas, aunque a miles de kilómetros, merecen ser escuchadas.


